
La empresa murciana Bioflytech ya ha comenzado la producción de harinas y grasas a partir de larva seca de mosca soldado negra en sus nuevas instalaciones ubicadas en la localidad lucense de Palas de Rei. Con algunas semanas de retraso sobre lo inicialmente previsto, la compañía ha iniciado la actividad tras convertirse en la primera empresa española de este innovador sector en obtener la autorización para producir, transformar y comercializar este tipo de productos.
Bioflytech fue fundada en 2012 por Santos Rojo, que arrancó con la empresa en el Parque Científico de Alicante. Seis años más tarde, el fondo Moira Capital se hizo con cerca del 78% de la compañía.
La larva seca de mosca soldado negra con la que se están poniendo a punto las líneas de renderizado y produciendo los primeros lotes de harinas y grasas procede de la otra planta que la empresa tiene en Fuente Álamo.
Se ponen así en marcha estas nuevas instalaciones de Palas de Rei tras obtener la autorización para la elaboración –mediante un proceso de secado– de los productos que componen el portfolio de la compañía y que se encuentran dirigidos principalmente a la alimentación animal, sobre todo pienso para mascotas y para el sector de la acuicultura.
Tras la obtención de los permisos necesarios, ha sido posible comenzar la producción de harina y grasa en las nuevas instalaciones que cuentan con tecnología de vanguardia para llevar a cabo la transformación de la larva seca procedente de Murcia. Así, han entrado en funcionamiento una máquina de renderizado y otra de secado que permiten transformar el producto en harina destinada, fundamentalmente, a materia prima para la elaboración de piensos para mascotas y acuicultura. La grasa se destina, por una parte, a piensos para la alimentación porcina, y por otra a la industria farmacéutica y cosmética, que la utiliza en la creación de jabones y cremas hidratantes, entre otros.
En las instalaciones también se ha puesto en marcha una segunda máquina de renderizado de diseño propio y única en el mercado, que permitirá fabricar harinas tailor made con porcentajes de proteína y grasas específicos en función de las demandas del cliente, y que está llamada a revolucionar el sector de la producción de harinas proteicas procedentes de insectos.
A estas dos máquinas de renderizado se sumará en las próximas semanas una tercera que ya ha llegado a Palas de Rei y cuyo montaje tendrá lugar en los próximos días.
De forma paralela al inicio de la actividad, continúan las obras para ultimar las ocho naves que conforman el complejo y que incluyen la nave de producción, seis naves de engorde de las larvas y otra de almacenamiento del compost. También se está adecuando el entorno, ya que la parcela total cuenta con 140.000 metros cuadrados.
Retos
Cuando se obtenga la autorización necesaria para ello, en Palas de Rei comenzará también el proceso de engorde de larva fresca, lo que permitirá producir un total de 12.000 toneladas al año. Posteriormente, se acometerá una nueva fase de expansión de las instalaciones para llegar a producir 100.000 toneladas de larva fresca al año.
Casi tres millones de inversión en Fuente Álamo
Por su parte, en las instalaciones de Fuente Álamo continuará la actividad y prevé una inversión de 2,8 millones de euros en el segundo semestre del año para aumentar la capacidad de producción de la hatchery que surte de huevos de larva a las instalaciones de Galicia. En la actualidad, las instalaciones de Fuente Álamo producen 180 kilos de huevos al mes, lo que ya supone un hito mundial, dada la complejidad de garantizar una producción estable y continua durante todo el año. El objetivo con esta ampliación, para la cual ya se han solicitado todos los permisos, es alcanzar los 350 kilos de huevos mensuales, algo inédito hasta la fecha.
En esta primera planta de Bioflytech en Fuente Álamo se producen actualmente 4.000 toneladas anuales de larva fresca.