El Juzgado Penal nº 4 de Cartagena ha impuesto una pena de 12 meses de multa, a razón de cuatro euros diarios, (en total 1.460 euros) al protésico dental jubilado M.M.M. por un delito de intrusismo profesional consistente en confeccionar y colocar una prótesis sin contar con la debida prescripción de un dentista, con el agravante de que realizaba los trabajos en su propio domicilio, de forma clandestina y sin respetar las mínimas normas de salubridad e higiene. Ante la evidencia de las pruebas, el acusado acató la pena impuesta más el pago de las costas.
El Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos ha actuado como acusación particular, llevando a juicio a M.M.M. por “ejercer como dentista sin tener la titulación necesaria y en su domicilio particular, excediendo así las funciones propias de un protésico, ya que no se limitó a realizar, previa prescripción de un dentista, una prótesis dental, sino que la llevó a cabo sin contar con dicha prescripción y en condiciones completamente insalubres y de forma ilegal”.
La entidad colegial reivindica el endurecimiento de las penas mediante un tipo agravado para el intrusismo asociado a las profesiones sanitarias puesto que, según señala su presidente, Pedro Caballero, “la comisión de este delito, mientras la norma no cambie, seguirá siendo provechosa para los intrusos e, incluso, les animará a reincidir”. “Consideramos –añade– que siendo la Odontología una profesión sanitaria y pudiendo ponerse en riesgo la salud e incluso la vida de las personas, las penas por intrusismo son realmente ridículas”.