Augusto Méndez de Lugo y Tomás Olivo
El empresario murciano Tomás Olivo, segundo accionista de Unicaja (el primero como persona física), tiene problemas para encontrar un representante en el consejo de administrador de la entidad. Tras solicitar el sillón que le corresponde al poseer más de un 9% de las acciones, Olivo propuso al exjuez Augusto Méndez de Lugo. Sin embargo, el Banco Central Europeo no ha dado su plácet.
Según informa el periódico Vozpópuli, el BCE no aprecia en quien fuera presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía la persona más adecuada al carecer de un perfil financiero, que es una de las condiciones que busca el regulador para acceder al sexto banco más grande España.
El BCE quiere evitar que vuelva a producirse una crisis de gobernanza en Unicaja, como la ocurrida en el banco con sede en Málaga entre los propietarios andaluces y asturianos tras la fusión con Liberbank.
Vozpópuli informa de que si bien no llegó a concretarse oficialmente la representación de Tomás Olivo en Méndez de Lugo, el BCE hizo saber al murciano que la autoridad monetaria no aprobaría la figura del exjuez dentro del proceso de examen de idoneidad, conocido como fit & proper.



