Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos

Maquiavelo, como casi en todas sus formulaciones, no daba 'puntá' sin hilo. Y en ésta que traigo a colación, mucho menos
En relación al tiempo muerto solicitado por el presidente Sánchez hasta el lunes día 29 podrían hacerse muchos cálculos y cábalas, pero lo cierto es que así, a primera vista, la mera admisión a trámite judicial de unas iniciativas penales promovidas por dos organizaciones contra su esposa, una de las cuales destapó el caso Bárcenas, y metió en la cárcel al yerno del Rey Emérito –no conviene obviar este dato– han puesto al sr. Sánchez en la tesitura de tal vez dejar la presidencia del Gobierno de España la próxima semana.
Si damos por cierto que este asunto le ha supuesto una sincera y real situación de desazón que le lleva a decir hasta aquí hemos llegado, su postura es muy respetable, pero en la misma medida es absolutamente prematura. Pero si, insisto, es esa la razón desde luego es una postura que ha de ser respetada.
Eso, hasta aquí.
Si es ésta la razón, huelga todo el aparataje montado en Ferraz. Donde ya no sabías si en un momento dado iba a aparecer José Antonio Girón de Velasco o Juan Domingón Perón. Flaco favor, si la razón es esa.
Que tiene y debe de ser porque en el fondo sería –si bien muy discutible desde el punto de vista de la solidez del Presidente– pues una razón emocional, épica y apasionada. Y estos guiones son del agrado de los que poblamos este país.
Pero, y si no lo es?
Pues mejor que sí lo sea, porque lo mismo la parroquia perdona un arrebato por amor, documentado y por escrito a toda la ciudadanía. Cómo si fuera una película de José Luis Saénz de Heredia.
Pero como por alguna pirotecnia se haga real el dicho ruso de que todo lo que no es real es posible, vamos a tener lío.
Y ni Maquiavelo lo va a poder arreglar. Porque otra vez va a acertar.