Alfonso López Rueda (presidente) y Alfonso López Giménez (vicepresidente), durante la jornada del Foro Ilusionando
En una situación de inestabilidad económica y gran parte de las familias con dificultades para llegar a fin de mes, la cesta de la compra se convierte en un quebradero de cabeza para los hogares. ¿Marca blanca o marca de fabricante? La elección es libre, pero no siempre el motivo para decantarse por una u otra es el precio. “No somos más caros que la marca blanca”. Así se rotundo se muestra Alfonso López Rueda, presidente del Grupo Reina, quien afirma que es la gran distribución la que alimenta esa sensación, "y aunque la marca de distribuidor está ganando fuerza, la marca propia permanecerá".
Y lo dice quien durante años fue interprovedor de postres lácteos del mayor distribuidor de España, Mercadona. La fabricación para la cadena que preside Juan Roig llegó a suponer hasta la mitad de la facturación de la empresa nacida en Caravaca de la Cruz. Por tanto, la decisión de romper ese acuerdo fue probablemente la decisión más difícil que tuvo que tomar en su carrera este empresario que en 2022 recibió la Medalla de Oro de la Región.
Esta y otras reflexiones fueron compartidas por López Rueda y Alfonso López Giménez, vicepresidente del Grupo, durante una jornada empresarial que protagonizaron con los miembros del Foro Ilusionando.
Surgida hace cuatro décadas en la Caravaca de la Cruz, Postres Reina (buque insignia del Grupo) tiene su origen en el negocio del chocolate, los turrones y la posterior creación de una pastelería creada por el bisabuelo (Enrique López Bustamante). Lo de Reina procede el apellido de la bisabuela. Hoy, por tanto, en el grupo familiar están integrados los miembros de la cuarta y la quinta generación al frente de un negocio que produce cada día tres millones y medio de postres, y ha ampliado sus divisiones empresariales al embotellado de agua (Cantalar), las artes gráficas (Maró) y el café (Salzillo). En breve también la luz una empresa destinada a las tecnologías de la información las comunicaciones (TIC).
Cuatro de los cinco hijos en el negocio familiar
Son 18 las empresas que completan el grupo con presencia en Caravaca de la Cruz (donde se mantiene la sede social), Murcia, Málaga, Lisboa y Pombar (Portugal) y una planta en Houston (Estados Unidos). Precisamente en la planta norteamericana se encuentran en este momento dos de los cinco hijos (ambas mujeres); otros dos trabajan en España y un quinto que ejerce su actividad profesional fuera del grupo. En Málaga, como gerente de Postres Montero, está Juan Carlos López Rueda, hermano de Alfonso.
Uno de los mayores hitos de este grupo fue el traslado de sus instalaciones al polígono caravaqueño de Cavila. Era el año 1996 y a pesar del riesgo financiero que suponía, la apuesta fue firme. Contó para ello con el apoyo del Instituto de Fomento y la inestimable colaboración del economista murciano José Ignacio Gras, al que durante la jornada reiteraron en varias ocasiones su agradecimiento.
Al contrario que otras empresas. -“todo muy respetable”- en Grupo Reina huyen del firme interés de fondos de inversión por hacerse con el control del negocio. “En nuestro caso es al revés. Somos nosotros quienes cuando vemos la oportunidad compramos otras empresas y las incorporamos, o las creamos”.
Este es el caso de Postres Montero, la firma malagueña integrada en 2007, o la embotelladora de agua Cantalar. En plena sierra de Moratalla, a 1750 metros de altitud, este manantial proporciona el agua minero-medicinal (declarada así en 1891) empleada en la elaboración de los postres, al tiempo que embotella el resto. Este manantial procedente del deshielo de la nieve, proporciona en torno a 9.000 litros a la hora.
De la necesidad, virtud
De la necesidad, virtud. De esta forma explica López Rueda su entrada en el mercado de la impresión con Maró Gráfica. Ubicada también en Caravaca, de sus instalaciones sale gran parte del packaging que emplea las distintas empresas de grupo, una necesidad que no siempre estuvo bien resuelta por gráficas externas debido en ocasiones a la falta de material o tardanza en los pedidos.
Algo similar ocurre con Surivan, que es la encargada de la elaboración de aromas e ingredientes como productos preparados o semielaborados destinados al resto de las empresas, además de ofrecer sus servicios a otras firmas del mercado nacional e internacional.
Los próximos proyectos son la ya reseñada empresa dedicada a las TIC, que dará servicio al conjunto del grupo, y una “Gran Casa del Café” que se está construyendo en el polígono Oeste, en San Ginés, donde la protagonista será Café Salzillo, adquirida a finales de 2017 para dar continuidad al negocio fundado por Antonio Pellicer, y quien sigue al frente de la firma.
Como resumen, Grupo Reina mantiene una plantilla conjunta de unos 750 trabajadores en tres países, firma un volumen de negocio en torno a los 250 millones de euros y exporta a una veintena de países.
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