
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que el PIB de España crecerá un 1,8% en el 2024, tres décimas más de lo estimado el pasado noviembre y la previsión para 2025 la mantiene en el 2%. El 1,8% son dos décimas menos que el crecimiento previsto por el Gobierno.
Los técnicos de la OCDE valoran que será el consumo privado el que provocará este crecimiento, respaldado por un mercado laboral que se está recuperando y a un aumento de los ingresos reales. Asimismo se prevé que la inflación caiga al 3,0% en 2024 y al 2,3% en 2025.
La inversión, indican, se mantendrá débil en 2024, aumentando en 2025 debido a la implementación continua del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (RTRP – Fondos Next Generation).
En cuanto al comercio exterior, éste seguirá siendo moderado con un riesgo a la baja debido a la mayor escalada de las tensiones geopolíticas que empeorarán la demanda de los principales socios comerciales de España y una lenta implementación de los fondos europeos.
La OCDE reconoce que está disminuyendo el déficit fiscal, pero insisten en la necesidad de fortalecer la consolidación fiscal planificada en 2024 y 2025 para mantener la deuda en una senda descendente y crear espacio para gastos relacionados con el envejecimiento y que mejoren el crecimiento.
El envejecimiento de la población, el lento crecimiento de la productividad y la baja inversión pesan sobre el potencial de crecimiento de España, para lo que sería preciso impulsar el crecimiento y la productividad, mejorar las habilidades y mejorar los resultados educativos, además de garantizar una implementación efectiva de los Next Generation.