
No ha trascendido si Carlos Alcaraz como persona física, o a través de su sociedad Garfia Proerties, la ‘comidilla’ es que el tenista se convertirá en uno de los ilustres vecinos del edificio que se está construyendo en el paseo Alfonso X esquina calle Lepanto en Murcia, sobre el solar que hasta hace tres años y medio ocupó la antigua casa Zapata, un inmueble de cinco alturas más entresuelo y bajos comerciales de estilo neobarroco levantado en 1945, y cuyo derribo provocó no poca polémica.
La promoción del edificio corresponde a la Comunidad de Propietarios c/ Lepanto 2 y 4; y no Profusa, como erróneamente publicó en un principio este periódico.
Alcaraz se habría hecho con, al menos, una de las 28 viviendas de 150 metros cuadrados que ha diseñado el arquitecto Paco Sola, autor de la sede de la Escuela de Idiomas de Murcia y del edificio y la guardería Plazarte, en el norte de la ciudad. También es quien ha planeado el nuevo espacio de ocio y gastronomía en el Palacio Almodóvar, en la calle Trapería y frente a Plaza de Santo Domingo.
En el edificio, Alcaraz también dispondrá de alguna de las 42 plazas de garaje con las que contará el inmueble repartidas en dos alturas subterráneas.
El problema económico para adquirir esta vivienda no es un problema para Alcaraz. Solo en beneficios por sus victorias en torneos profesionales desde 2018 le han reportado unas ganancias de 25,3 millones de euros; a las que deben sumarse las gratificaciones por participar en partidos de exhibición y los millonarios ingresos como imagen de marcas comerciales.