Hemos tenido suerte. Gracias por estos diez años, Majestad

Tal día como hoy, hace diez años y en sesión conjunta de las Cámaras en el Congreso de los Diputados, se produjo la proclamación de D. Felipe de Borbón como Rey de España, con el nombre de Felipe VI.

Primera vez que un Rey era proclamado en democracia, bajo la Constitución de 1978. Ya de por sí, el acceso a esa responsabilidad histórica, se produjo en un contexto muy adverso para la institución monárquica. Contexto y situaciones, situaciones, cosas, y más cosas, que obligaron a D. Juan Carlos a abdicar la Corona de España en su hijo Felipe.

Los frentes no eran pocos. Ya S.M. había demostrado carácter, al tomar en matrimonio a una señora que no poseía sangre azul, Dª Letizia Ortiz. Y eso, que ahora parecerá una broma, no lo era en aquellos tiempos. Lo digo por los posibles lectores más jóvenes a los que animo a seguir esta columna, por otra parte. 

Nuestro Rey se ha tenido que remangar en múltiples ocasiones, incluyendo varias novedosas: firmar el decreto de nombramiento de un presidente que no había sido el más votado; intervenir para instar a los poderes legítimos del Estado a restablecer el ordenamiento constitucional en Cataluña (huelga subrayar ningún extremo en vista de lo que ha ocurrido finalmente); el procesamiento de su hermana y la condena de su cuñado; la renuncia a la herencia de su padre y la invitación a que residiera fuera de España…que no es poco, y la pandemia.

Y en torno a todo esto el primer viaje de Estado a Cuba de un monarca español en 500 años, el volcán de la Palma, y miembros, socios parlamentarios, organizaciones y grupos de la hiprogresía, en feliz termino acuñado por alguien al que no tengo el gusto de conocer pero que desde aquí le agradezco su contribución, que le echan leña a la Zarzuela semanalmente.  

Nosotros tenemos la suerte, aunque algunos no lo crean así, de tener al frente del Estado a un buen Rey. Con la suerte que tenemos con algunos gobernantes, nos podía haber tocado la breva. Dicho sea en términos coloquiales.

Por eso, gracias por estos diez años y los que vengan.