Estopa, Albares y el Rey

El ministro Albares estuvo el pasado sábado en el concierto que Estopa -casi nadie al aparato- ofreció en Madrid. Nada fuera de lo normal, salvo por dos cuestiones. 

La primera es que realmente no me imagino al sr. Albares bailoteando “al de enmedio de Los Chichos“, canción, que se podrá decir lo que se diga, es un prodigio de encaje entre voz, lo que podríamos llamar letra, y casi no música, pero ensamblada con absoluta maestría.

Si le gusta Estopa, con los que pidió fotografiarse, pues amén. Ni caso debemos hacer del run run de lo que comentaban las redes sociales con ocasión del encuentro. Es que realmente no le pega, pero eso le hacer ser, en ese momento y respecto al tema que comentamos, inesperadamente simpático. Y eso es una cosa que funciona muy bien.

Siquiera provisionalmente.

La segunda es que más o menos a esa hora el Rey estaba preparando la maleta para empezar al día siguiente una gira diplomática por los países bálticos, mas sólo que el de en medio de los chichos dicho sea con todo respeto, pero con toda le precisión técnica que la cuestión permite.

Ni Albares, que estaba en Estopa; Ni la ministra de Defensa que estaba de visita en la Base Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire. Unidad que goza de todos nuestros respetos, pero que dentro de 15 días va a seguir estando ahí.  Como probablemente el Centro Militar Canino de la Defensa. Todos ellos, y también el Servicio Cartográfico estarán ahí el mes que viene, D. M.

Pero no es el caso, a estos efectos, de la visita del jefe del Estado a la zona báltica, donde se encuentran 800 militares, cazas y carros de combate de las fuerzas armadas españolas. Y un vecino incómodo.

¿Recuerdan los lectores alguna imagen en que el Rey de España visite contingentes militares españoles en el extranjero, y no vaya acompañado del ministro de jornada, o de dos?

¿Lo recuerda alguien a la izquierda de cualquier grupo de tres? Y no es un acertijo.

El rey se encuentra hoy en Riga. A ver quién aparece. Yo lo que de verdad haría sería hacer llamar a los de Estopa, montar una fiestuchi para los nuestros allí, que se la merecen, y dedicarle una canción a los que no están, ni se les espera…Nueva.

Guárdame la cría.