
Los regantes españoles mantendrán la posibilidad de cambiar de potencia eléctrica contratada en un plazo inferior a doce meses, tras la prórroga de esta medida de flexibilización en la contratación del suministro eléctrico.
Amplían hasta el 31 de diciembre de 2024 la posibilidad de cambiar las potencias contratadas en menos de un año, lo que resulta beneficioso para los regantes, al permitirles adaptarse a su patrón de consumo estacional sin coste.
Esta medida de flexibilización de los contratos de suministro de energía eléctrica es una demanda histórica de los regantes a las distintas administraciones, lleva en marcha desde finales de 2022, aunque permanece de manera provisional.
De esta forma, es la Administración General del Estado la que asume el coste de los cambios de potencia que permiten al regadío reducir los gastos derivados del uso de energía eléctrica y adaptar la potencia a la época de riego.
La disminución de costes que implica esta medida repercutirá directamente en la agricultura de regadío que utiliza energía eléctrica. Los regadíos representan en España el 22,1% de la superficie agraria útil, algo más de 3,7 millones de hectáreas.





