
Iberdrola ha presentado hoy sus resultados del primer semestre, con un beneficio neto de 4.134 millones de euros, un 64% más, debido a la venta de sus centrales de ciclo combinado en México. Estas ventas le han reportado 1.165 millones sobre el beneficio y de 1.717 millones sobre las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, el Ebitda.
Además de México, el crecimiento del beneficio ha estado impulsado por un aumento de la base de activos de redes y por los nuevos marcos tarifarios en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. Además, la compañía ha registrado una producción renovable histórica y un crecimiento recurrente de la producción hidráulica a través del almacenamiento, que ha alcanzado los 3.000 GWh en seis meses en la Península Ibérica (un 25% de la producción hidroeléctrica total).
Otro de los factores que ha permitido el crecimiento operativo ha sido el destacable incremento de la cartera de PPA (acuerdos de compraventa de energía limpia) con clientes industriales y la mejora en los mercados comerciales de la Península Ibérica y Reino Unido.
La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán saca pecho con unas inversiones récord de 5.276 millones de euros, un 16% más que en el mismo periodo de 2023. De estas inversiones, uno de cada cinco euros se ha destinado a la península Ibérica.