Complejo de Sabic en La Aljorra, Cartagena
Aramco, propiedad de Arabia Saudí y empresa matriz de Sabic, tuvo que rescatar a final del año pasado a su filial en Cartagena para reequilibrar su patrimonio y sacarla de la causa de disolución.
El gigante petroquímito saudí transfirió, a través de otra sociedad en Países Bajos (Sabic Europe B.V.), 138 millones de euros en préstamos participativos a Sabic Innovative Plastics España, la filial que gestiona el complejo industrial químico de Cartagena desde los años noventa.
El desequilibrio se dio después de que se cerrara la absorción inversa de su socio único en Países Bajos. A raíz de la asunción de los saldos de la sociedad absorbida, el patrimonio neto se ubicó por debajo del 50% del capital social, lo que hizo que Aramco tuviera que dar exactamente 138,7 millones para reforzar los fondos de su filial en Cartagena.
Además, la empresa en Cartagena redujo su capital social un 99% para evitar futuras causas de disolución por desequilibrio patrimonial, constituyendo reservas voluntarias de más de 595 millones de euros.
Todo esto ocurre en un contexto de ajuste de la producción de Sabic en Cartagena, pues a finales del año pasado, Sabic anunció la suspensión permanente de una de sus dos plantas de policarbonatos en Cartagena que llevaba abierta desde 2005 (Lexan 2), por razones de mercado. También ha dejado temporalmente parada una de sus fábricas de resinas termoplásticas de la marca Ultem.
Tras múltiples manifestaciones de sus trabajadores para evitar el ERE de forma injusta y desequilibrada, Sabic Cartagena anunció un acuerdo con el comité de empresas para reducir la plantilla en hasta 112 de empleados a través de prejubilaciones, recolocaciones internas o bajas incentivadas.
Actualmente en las instalaciones de la compañía solo quedan en funcionamiento la planta de Compounding, que se construyó en 1994 y que se dedica a la fabricación de productos como la resina Cycoloy, y la Lexan 1, dedicada a los policarbonatos que abrió en 1999 y gemela de la que cerró a finales de 2023.
No obstante, entre los trabajadores que quedan, está muy vivo el miedo de que la financiación en España se traslade a China, donde la multinacional saudí ha realizado en los últimos tiempos fuertes inversiones, una decisión que supondría el cierre total y definitivo de la planta de La Aljorra en Cartagena.





