
Un estudio elaborado por los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) constata que los costes de producción de los cítricos se han incrementado un 18% desde 2020. En el caso de las naranjas, se sitúan en 0,27 euros/kg, mientras que en las mandarinas se elevan hasta 0,33 €/kg. En el caso del limón, otros estudios sitúan el coste de producción por encima de los 25 céntimos el kilo.
Los capítulos que mayor encarecimiento han registrado desde 2020 son los fertilizantes (70%), la maquinaria propia (+26%), los servicios externos (+25%), los fitosanitarios (+25%), el agua de riego (+20%), otras materias primas (+19%) y la mano de obra (+8%). Los costes fijos (amortizaciones, impuestos, etc.) también han experimentado un alza del 5%. Por el contrario, los costes de oportunidad (interés del capital) han descendido un 5%.
En total, los costes de producción de las naranjas han ascendido de 6.827 euros por hectárea (€/ha) en 2020 a 8.080 €/ha en 2024, y los de las mandarinas, de 7.589 a 9.000 €/ha, teniendo en cuenta producciones medias de 30.000 y 27.000 kg/ha respectivamente.
A pocas semanas de la cosecha, AVA-Asaja asegura que los productores que vendan las naranjas por debajo de 0,27 €/kg y las mandarinas por debajo de 0,33 €/kg seguramente estarán perdiendo dinero. En este sentido, insta a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), órgano dependiente del ministerio de Agricultura, a actuar automáticamente cuando detecte contratos que establezcan precios en origen por debajo de dichos costes de producción, porque pueden incurrir en una venta a pérdidas, prohibida en la Ley de la Cadena Alimentaria.
No obstante, AVA-Asaja paralelamente recomienda a los agricultores denunciar, de manera confidencial y gratuita, ante la AICA sus propios contratos, y pone a disposición de los asociados afectados un correo electrónico para hacer llegar los contratos susceptibles de sanción y que sea la propia entidad la que se encargue de presentarlos ante la AICA.
El presidente la organización agraria, Cristóbal Aguado, afirma que "los costes de producción no se han multiplicado porque sí. Por acción u omisión, nuestros políticos han permitido que los problemas logísticos derivados de la pandemia y el brutal encarecimiento de las materias primas a raíz de la guerra en Ucrania, así como las normativas aprobadas en materia laboral, fiscal y agroambiental, hayan disparado los costes de producir los alimentos a niveles extraordinarios, en perjuicio tanto de los productores como de los consumidores".
Y añade: "Ante un Gobierno que nos lo pone cada vez más difícil, es fundamental comercializar nuestras producciones a través de un contrato que no incluya cláusulas abusivas y que establezca un precio en origen, al menos, por encima de los costes de producción".





