Primero fue el ayuntamiento de Mazarrón y ahora es el de Cartagena, ambas instituciones se oponen a la instalación de una granja acuícola en la bahía de Mazarrón, frente a La Azohía e Isla Plana.
La alcaldesa, Noelia Arroyo, ha dado instrucciones a los servicios jurídicos de la concejalía de Medioambiente para que presenten alegaciones contra la instalación de esta piscifactoría que ocupará 450 hectáreas en la producción de corvinas y seriolas.
La decisión, que Arroyo ha expuesto este jueves en la Junta de Gobierno, la ha adoptado después de conocer la opinión de los técnicos municipales y de la Cofradía de Pescadores de Cartagena sobre el impacto que esa actividad podría tener sobre las actividades turísticas y sobre las artes pesqueras, que se desarrollan tradicionalmente en esa zona del litoral.
Arroyo ha estado en comunicación con el presidente de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores y patrón mayor de la de Cartagena, Bartolomé Navarro, que le ha trasladado la preocupación del sector porque la instalación solicitada ocuparía un espacio que es utilizado para la pesca tradicional de barcos de Cartagena y Mazarrón.
La alcaldesa ha recordado que “la acuicultura es un sector de gran interés para la economía de Cartagena y la región, pero debe hacerse compatible con la protección del medio ambiente y evitar cualquier impacto sobre oficios tradicionales como la pesca y actividades turísticas de gran valor añadido como el buceo”.
En la actualidad, el proyecto técnico y el estudio de impacto ambiental se encuentran en proceso de información pública. Se trata de una instalación que ocupará unas 455 hectáreas para producir hasta 7.500 toneladas anuales de Seriola, con un ciclo de dos años, en una instalación situada a 3,9 millas náuticas del puerto de Mazarrón.
