
El apoyo de ERC a Salvador Illa como presidente de la Generalitat catalana ya comienza a tener consecuencias. La primera y más evidente es la relacionada con el cumplimiento del ‘concierto catalán’. Este ‘concierto’, ‘cupo’, o como eufemísticamente lo quieran denominar los negociadores de Ezquerra y los socialistas catalanes supone más ingresos para la administración autonómica más endeudada de España en términos absolutos, con 73.110 millones de euros, lo que representa el 31% del PIB regional en términos relativos.
Inmediatamente, incluso desde la comunidad socialista de Castilla-La Mancha, los presidentes autonómicos han alzado la voz contra el despropósito que supondría engordar la hacienda catalana a costa del resto del país. Solo los líderes regionales de País Vasco y Navarra han permanecido más o menos en silencio y ello es debido a que ya contaban con concierto propio. Eso sí, están recelosos de perder un privilegio que la Constitución del 78 les reconocía en exclusiva por sus particulares fueros.
Para tratar de acallar el generalizado malestar autonómico, Pedro Sánchez por la mañana y su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por la tarde, anunciaban que el conjunto de las comunidades recibiría a partir de ahora más transferencias del Estado. Y para ello, ante la imposibilidad de poner en marcha la máquina de imprimir dinero, la única vía posible es el aumento de la recaudación vía subidas de impuestos.
Pedro Sánchez, que si bien no tiene garantizado que pueda aprobar los Presupuestos de 2025, sorprendió con la proclamación que el Gobierno duplicará el Fondo de Compensación Interterritorial. El anuncio podría sonar grandilocuente, por lo que conviene recordar que este FCI estuvo dotado el último año con apenas 430 millones de euros, que se repartieron los territorios regionales en diferente porcentaje. En el caso de la Región de Murcia, en 2023 recibió 20,6 millones de este fondo, el 4,7% del total. De esta forma, de cumplirse el anuncio de Sánchez, la cuantía en el próximo año (si hubiera Presupuestos del Estado) escasamente superaría los 41 millones.
Aun así, la cantidad para cada comunidad no está concretada y ello dependerá del ‘feeling’ que cada presidente autonómico tenga con Sánchez y su ministra Montero. En el Palacio de la Moncloa (Presidencia) y en la Real Casa de la Aduana (sede de Hacienda) no les gustan las convocatorias conjuntas, por lo que el compromiso de Sánchez pasa únicamente por mantener reuniones bilaterales con las comunidades o, lo que es lo mismo, la demandada Conferencia de Presidentes se aplaza sine die. El motivo no es otro que evitar una protesta ‘televisada’ de la mayoría de los presidentes autonómicos populares, que son once de los 17, además de Ceuta y Melilla.
Para aumentar los ingresos del Estado con los que incrementar el FCI y, singularmente transferir más fondos a Cataluña, Sánchez lo expresaba gráficamente también este miércoles con esta sentencia: "España será un país mejor si tiene más automóviles eléctricos, por cierto, fabricados en España, más autobuses públicos y, por tanto, más transporte público y menos Lamborghinis".
Aun queriendo sugerir que la subida de impuestos afectará a las mayores fortunas, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, Fedea, alertaba recientemente que la única manera de hacer sostenible el concierto catalán era incrementar hasta cerca de un 30% el tramo estatal del IRPF.
Sánchez, ayer, en el que pasó por ser el acto con el que se abrió el curso político, no hizo ninguna referencia a esta subida; y sí en cambio lanzó otro mensaje a las autonomías: no podrán mantener las rebajas de impuestos propios si quieren acceder a mayores recursos del Estado.
Los impuestos del Lamborghini
Solo como comentario aclaratorio. Desde el año 2022 y hasta hoy únicamente se han matriculado en España 102 Lamborghinis por los que cada propietario ha pagado en impuestos hasta un 36% del valor del coche. La media es superior a los 175.000 euros en impuestos por cada coche de la escudería italiana.