Ciudad de los 15 minutos
Estuve viendo en Datacentric.es un mapa muy interesante sobre la 'Ciudad de los 15 minutos'. Este concepto refiere a una ciudad donde al andar por ella, tienes a una distancia de 1.200 metros o menos, una serie de servicios, que incluyen abastecimiento, educación, ocio, sanidad, trabajar y calidad de vida. En 15 minutos, estás donde quieres estar. Andando.
También contempla 15 minutos en bicicleta, con el criterio de 2.400 metros de distancia. Como se puede apreciar en la captura abajo, donde verde claro es 15 minutos andando y verde oscuro lo es en bicicleta, Murcia es ya una ciudad de 15 minutos en gran parte de su extensión.
De hecho, en los grandes municipios de España el 96% de la población ya vive en una ciudad a 15 minutos, sin saberlo.
Y en muchos casos, si lo supieran, estarían cabreadísimos, por que el concepto de '15 minute City' está ya, como parece ser inevitable, politizado hasta las pestañas y más allá. Hay toda una serie de teorías de la conspiración en torno a las ciudades de 15 minutos.
Algunos ven una trama secreta para imponer restricciones draconianas al movimiento de los ciudadanos. En el Reino Unido, se las ha vinculado a los barrios de bajo tráfico (LTN, por sus siglas en inglés), que cierran algunas carreteras a los automóviles en un intento de reducir el tráfico en áreas más residenciales, y a la tasa de congestión (ULEZ) de Londres, que tiene como objetivo reducir la contaminación del aire.
Algunos ven los conceptos como un intento de controlar a los ciudadanos a través de reglas autoritarias y 'confinamientos climáticos' impuestos por decreto, en lugar de políticas destinadas a fomentar menos viajes en automóvil. En la ciudad de Oxford, por ejemplo, se afirmó falsamente que la introducción de medidas para calmar el tráfico mediante LTN, que impedirían que los automóviles atravesaran, pero no ingresaran, ciertas áreas de la ciudad durante el día, restringía a las personas a salir de la zona en la que vivían. Por lo que el concepto ha adquirido en estos entornos la denominación de cárcel.
También se han entrelazado con un conjunto de teorías conspirativas que han crecido junto con la pandemia y se han visto amplificadas por ella, incluyendo afirmaciones de que el Covid-19 fue inventado o exagerado para imponer restricciones de bloqueo.
Menos mal que la mayoría de las ciudades españolas ya tienen los servicios mezclados dentro de la trama de la ciudad. Hay pocas ciudades dormitorio, donde los niños van al colegio en un coche mientras sale otro al trabajo. Menos mal que podemos ir andando al trabajo, o si no, en bicicleta o patinete. Yo sigo usando el mío para subir y bajar al estudio dos veces al día.
Y es que la ciudad de los 15 minutos, lejos de ser una conspiración de fuerzas invisibles malvadas, no es otra que la ciudad mediterránea, una mezcla orgánica y a veces caótica de usos, de vivienda, trabajo, colegios, ocio, bares, servicios sanitarios, espacios para funcionarios, universidades, parques, comercios. Gran parte de la trama de la ciudad de Murcia es casi ya de por sí casi inaccesible por el coche, por lo que no son necesarios medidas artificiales para conseguir barrios de bajo tráfico. Piensa en la zona de las tascas, prácticamente impenetrable por la noche por tráfico rodado, y lleno de vida.
Nuestras ciudades mediterráneas, tan deseadas por las civilizaciones del norte de Europa y los Estados Unidos, son ejemplares. Son ciudades vivas, diversas, divertidas, humanas, y manejables.