
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado al alza el crecimiento de España este año y lo sitúa en el 2,8%, un punto más que la anterior previsión elaborada en mayo. Este aumento del PIB es el más optimista de todos los organismos que han reelaborado sus previsiones en los últimos meses. Solo el Banco de España coloca el crecimiento en el 2,8%; el Gobierno lo ha elevado al 2,7%, el panel de Funcas en el 2,6, el Fondo Monetario Internacional en el 2,4% y la Comisión Europa en el 2,1%.
Respecto al año próximo, la OCDE coloca a España con el mismo crecimiento que el Gobierno, un 2,2%.
De esta manera, el organismo internacional con sede en París coloca a España como el país con mayor crecimiento de todo Occidente, por encima de Estados Unidos (2,6%) y de otros países del entorno como Reino Unido, Francia y Canadá (los tres en el 1,1%). España triplicaría el crecimiento de Italia (0,8%) y de toda la zona euro (0,7%). Para uno de los tradicionales motores económicos de la UE, Alemania, la OCDE pronostica un avance del 0,1%.
En conjunto, la OCDE espera que el crecimiento mundial se estabilice durante el período de proyección en un 3,2% tanto en 2024 como en 2025, en línea con el ritmo promedio observado durante el primer semestre de este año.
Este organismo subraya también que la inflación general ha seguido disminuyendo en la mayoría de los países de la OCDE, en parte debido a nuevas caídas de la inflación de los precios de los alimentos y a una inflación baja o negativa de los precios de la energía y los bienes. Como resultado, la inflación se encuentra ahora en el nivel objetivo o cerca de él en aproximadamente cuatro quintas partes de las economías de la OCDE. No obstante, la inflación de los precios de los servicios sigue demostrando ser persistente y ha disminuido sólo lentamente.