
Júpiter para los romanos y Zeus para los griegos eran los dioses de la lluvia. Ambos, en cualquier caso, se han olvidado de la Región de Murcia.
A falta de cinco días para concluir el año hidrológico, la Agencia Estatal de Meteorología ya ha adelantado que las precipitaciones en este periodo (1 octubre 2023 / 30 septiembre 2024) mejoran hasta en un 5% las precipitaciones caídas en España respecto a los mismos meses del año anterior.
De hecho, aún por comprobar lo que la actual borrasca Aitor pueda dejar en forma de agua en España, la media de lo recogido en todo el país ha sido de 640 litros por metro cuadrado, lo que coincide con otros años meteorológicos. De esta manera, el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, pronostica que una vez la borrasca barra la península, las precipitaciones completen las predicciones del 4 o 5% más.
Esto en la media en España, pero no todos los territorios han tenido el mismo comportamiento. Por poner los ejemplos de los dos extremos, en el caso de Galicia se han registrado hasta ahora unas precipitaciones de 2.500 litros por metro cuadrado, que son más del doble (1.180 litros) de la media ponderada anual; y al otro lado se encuentra el Sureste peninsular, que incluye a la Región de Murcia, donde únicamente se han contabilizado 80 litros, 5,6 veces menos que los 453 litros caídos en 2022 y menos de la mitad de un año ya en sequía como fue 2023, cuando se alcanzó una media de 198 litros.
Sureste, Sur de Andalucía y Cataluña son las tres zonas inmersas en la que ya se ha considerado la sequía más larga de la serie histórica. Esta sequía comenzó en la primavera de 2016 y en territorios como la Región de Murcia no se ha revertido.
A pesar del ligero paréntesis en la falta de nubes que protagonizaron las tormentas del pasado fin de semana, los pantanos de la cuenca del Segura se mantienen con unas reservas de un 17% de su capacidad. Esto se traduce en 190 hectómetros cúbicos, uno más que la semana pasada sobre una capacidad total de 1.140 hm3.
Esta situación de emergencia es la que ha llevado a la Confederación Hidrográfica del Segura a recortar por tercera vez el agua disponible para los regantes. Los considerados regadíos tradicionales volverán a tener una dotación de un 40% menor y los no tradicionales verán recortada su dotación en un 57%.