Lunes, 27 de Octubre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNMiénteme, pero con alegría
  • Buscar
Pepe Ferrer

Miénteme, pero con alegría

La mentira tiene una capacidad de seducción mucho mayor que la verdad...

 

... Y si nos estamos dando cuenta de que nos están mintiendo, más aún. Somos así de necios. No sé a qué obedece, pero quizás sea porque nos guste, como la  araña paciente, ver hasta dónde es capaz de meterse el farsante en su propia red y ahí, pillarlo o, rendidos, dejarnos seducir, que es de lo que se trata. Es un ejercicio estimulante para la vanidad propia, y no digamos para la del cuentista, que cree que nos la ha zampado. En este mundo de la simulación como oficio (de tinieblas) en el que estamos, donde nos movemos por el binomio afección-desafección, ya no importa la verdad, la certeza, la veracidad de los hechos ni los hechos mismos. Allá éllos; y quien sepa manejar ese resorte, que lo hay y está al frente del gobierno, dominará el mundo.

 

[Img #6499]

 

Gran parte de estas últimas semanas las he dedicado a ver las viejas películas de Drácula, de la mítica productora británica Hammer, y he aprendido mucho de los mecanismos de seducción del mal, donde el componente de ingenuidad también es un factor nada desdeñable: ese descaro indisimulable de unos colmillos de guardarropía es un rasgo infantil que también seduce. Pues bien, donde aparecía Cristopher Lee haciendo de Príncipe de las Tinieblas yo veía a Sánchez intentarnos modernos con su mentira continuada; cuando aparecía Renfield, su fiel esbirro, comiendo moscas en un cotolengo, yo veo a Albares o a Bolaños haciendo lo propio tragándose el último sapo del infundio del día de su amo, Príncipe de la Simulación. Pero sin duda, el arma más efectiva a su alcance, son y han sido las ministras portavoces del gobierno, Isabel Rodríguez y Pilar Alegría, muy por encima en todos los aspectos de sus compañeros de gabinete y con el encanto de su imagen de no haber roto un plato en su vida. Pueden poner a caldo a la oposición, pueden mentirnos con todo el cinismo del mundo -el último ejemplo, el de hace unos días relacionado con la rebaja de penas de facto a etarras- pueden estar diciendo lo que quieran que, por mucho que nos retuerzan las tripas con sus palabras, no conseguirán más que seducirnos con su eterna sonrisa y hasta si me apuran un cierto destello de paternalismo hetero-patrialcar rancio: con su candor. También las vampiras muerden a sus víctimas y las hipnotizan.

 

Juegan con el hecho, cuando niegan lo obvio de una verdad dándole la vuelta, de que no hay nada más difícil de demostrar que lo obvio. La mentira es un recurso fácil, por otra parte, no vayamos tampoco a pedir peras al olmo, que no hay mucho donde rascar. No hay tanta inteligencia, hay más sagacidad y pillería.

 

 No sé si ando acertado en mis delirios, pero creo que por ahí también van las claves de porqué Van Helsing-Feijoo no cuaja. Suele decir verdades como puños, muchas veces, tampoco siempre, pero no seduce, no fascina. Y en estos tiempos que corren se puede hacer de todo, mentir continuadamente, pero nunca ser un pan sin sal. Atraer, Arrastrar, cautivar, magnetizar, persuadir, fascinar, prendar…Sinónimos de seducir. Díganme uno que no le cuadre al Príncipe de las Tinieblas. Aunque últimamente su mordida ha perdido gran parte de su factor sorpresa, que antes usó con tanta destreza.

 

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.