
El 21,4% de la población de la UE (unos 94,6 millones de personas) se encontraba el año pasado en situación de riesgo de pobreza o exclusión, pero con grandes diferencias entre territorios: la isla francesa de Guayana presenta el nivel más alto, con un porcentaje superior al 60%, seguida de la región de Calabria, al sur de Italia, con un porcentaje del 48,6%. Curiosamente, en el otro extremo se sitúan las también regiones italianas de Bolzano/Bozen y Emilia Romaña, con un 5,8 y 7,4%, respectivamente.
La oficina estadística de la UE, Eurostat, publica hoy un estudio sobre el riesgo de pobreza en las distintas regiones europeas. La principal conclusión es que las personas que viven en las áreas próximas a las capitales de los países comunitarios tienen, en general, menos probabilidades de estar en riesgo de pobreza que sus homólogos que viven en el resto del país.
Esta disparidad es más pronunciada en Rumanía, donde la tasa nacional era del 32,0%, en comparación con solo el 12,3% en la región de Bucarest-Ilfov. Del mismo modo, en Polonia, la tasa nacional se situó en el 16,3%, mientras que en Warszawski Stołeczny era solo del 8,9%. En Croacia, la tasa nacional era del 20,7%, mientras que en Grad Zagreb era del 11,9%.
Por el contrario, se observa la tendencia opuesta en Bélgica y Austria, donde la proporción de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en las regiones capitales de Région de Bruxelles-Capitale/Brussels Hoofdstedelijk Gewest (37,6%) y Viena (29,5%) fue significativamente mayor que los promedios nacionales de 18,6% y 17,7%, respectivamente.
En el caso de España, la media del país es del 26,5%, medio punto más alto que en 2022; y dentro del país, la Región de Murcia presenta un porcentaje del 30,5%, similar al que presentan países como Bulgaria o Turquía. La comunidad española con menor número de personas en riesgo de pobreza es País Vasco (15,5%) y la que mayor riesgo presenta es Andalucía, con el 37,5%.