
El juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia ha ordenado la apertura de la fase de liquidación de la empresa AMG Servicios Integrados, Antonia Moya García SL, que desde su constitución en 1997 viene prestando servicios de hostelería, restauración y cáterin, tanto a empresas privadas como a organismos públicos (residencias, colegios, universidad y hospitales).
El administrador concusal no ve viable la continuidad de la empresa y recomienda su cierre, con unas deudas que en el ejercicio de 2022 alcanzaron los 2,8 millones de euros. Ese año, precisamente, con un volumen de negocio de 7,5 millones, firmó unas pérdidas de 616.000 euros.
En su informe, la administración concursal (Marras Abogados y Economistas) hace hincapié en que esta empresa no ha presentado ninguna propuesta de convenio y que sus argumentos para superar la situación de insolvencia pasarían por renegociar contratos con las administraciones públicas y la deuda con los acreedores financieros.
Frente a ello, el administrador nombrado por el juzgado responde que las pérdidas acumuladas por el aumento de los costes y la dificultad de renovar el contrato para servir la alimentación en el hospital Reina Sofía hacen prácticamente inviable la continuidad de AMG.
En este sentido, el propio administrador reconoce que una de las causas de las pérdidas en balance es la negativa de las administraciones públicas a aumentar el precio de los servicios y ajustarlos a los costes reales.
E insiste en que la rentabilidad es negativa en un 8,15%. Esto es: por cada cien euros de ingresos obtenidos por ventas se genera una pérdida de 8,15 euros.
Antonia Moya, ‘La Abuela’, como es conocida en Lorca, fue la impulsora junto a su marido del Bar Moya, un establecimiento de carretera en La Hoya. Unos años después se constituyó como sociedad para atender el servicio de comedor escolar en el colegio Juan Navarro, en la misma pedanía; y desde entonces ha sido adjudicataria de los servicios de comedor en más de 70 colegios, universidades, hospitales, comedores de empresa, residencias de mayores y también hoteles y restaurantes.
Antonia Moya siguió al frente del negocio hasta 2009, cuando cedió la gestión de la empresa como administradores mancomunados a tres de sus seis hijos, Antonio David, Francisco Jesús y Agustín Abellaneda Moya; y en mayo de 2022 asumió la administración única este último.
Al tiempo que se acumulaban las pérdidas y las deudas, AMG mantiene litigios reclamando el pago de aproximadamente un millón de euros con la UPCT, la UMU, las consejerías de Educación, de Presidencia y de Sanidad, la administración del Estado y el ayuntamiento de Totana.