
La startup murciana Agrosingularity anunció su cierre hace dos meses y ha sido ahora cuando ha confirmado su completa desaparición al presentar concurso voluntario de acreedores y solicitar su liquidación, trámites que ya se han iniciado en el juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia.
Surgida en 2019, su gran apuesta era convertir subproductos de la agricultura en ‘superingredientes’ para alimentación; o, lo que era lo mismo, los restos de las hortalizas podrían aportar un gran valor nutritivo en nuevos alimentos.
“En la naturaleza nada es basura”, afirmaba Daniel Andreu, su fundador y CEO, cuando presentaba el proyecto a los inversores y les explicaba que estos subproductos que desprecia la industria alimentaria podían ser transformados en polvo e incorporados en la elaboración de productos cárnicos o pastas.
A pesar de contar con reconocimientos públicos: premio a la mejor startup en categoría agro, en el Alhambra Venture y la consultora británica Forward Fooding y la Fundación KM ZERO la destacaron como el futuro en la innovación alimentaria, Agrosingularity no ha logrado rentabilizar el proyecto y al cierre de 2022 sumaba unas deudas de 2,5 millones de euros, en un ejercicio que había cerrado con unas ventas de 600.000 euros y unas pérdidas ese año cercanas al millón de euros.