
Hasta 17.000 millones de euros cuestan la discriminación laboral y educativa a los extranjeros en España.
En concreto, los trabajadores foráneos dejan de ganar 12.300 millones de euros al año por ser excluidos en el entorno laboral, y su exclusión educativa se valora en unos 4.800 millones de euros, según el estudio realizado por los profesores de la Universidad Autónoma de Madrid Ramón Mahía y Eva Medina para el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE).
Además, el informe muestra que, en la actualidad, las desigualdades en el acceso, permanencia y remuneración en el mercado laboral afectan de manera significativa a la población extranjera, pero especialmente a las mujeres.
La tasa de desempleo entre personas extranjeras se sitúa en un 18,2%, en comparación con el 11,6% de población autóctona. Esto supone, según el estudio, una pérdida de aproximadamente 5.100 millones de euros. Además, a pesar de que la tasa de actividad entre extranjeros es generalmente más alta (71%) que la de los autóctonos (56%), se observan importantes diferencias de participación laboral de las mujeres extranjeras, que tienen un 2,3% menos de probabilidad de empleo (una brecha que representa una pérdida de aproximadamente 1.200 millones de euros anuales).
Los trabajadores foráneos también sufren un tipo discriminación laboral muy particular: la sobre cualificación. El 15% de los trabajadores extranjeros con estudios superiores y un número considerable de aquellos con estudios secundarios están empleados para un puesto de trabajo que está por debajo de su formación. Este problema también afecta particularmente a las mujeres extranjeras, quienes enfrentan con más frecuencia la falta de oportunidades acorde a su nivel de formación.
En cuanto a la discriminación salarial, las diferencias en los salarios entre la población extranjera y autóctona alcanzan los 500 euros mensuales.
El ámbito educativo también muestra profundas desigualdades que afectan a la población extranjera desde edades tempranas y limitan sus oportunidades futuras.
Según el estudio, la tasa de escolarización de estudiantes extranjeros es un 17% inferior a la de los autóctonos. Este dato representa a más de 222.000 jóvenes extranjeros que no acceden al sistema educativo en igualdad de condiciones, lo cual tiene implicaciones directas en su desarrollo y en su capacidad de contribuir a la economía española.
Una vez incorporados al sistema educativo, los estudiantes extranjeros enfrentan mayores tasas de repetición, peor rendimiento académico y una mayor exposición al acoso escolar, factores que incrementan el riesgo de abandono y afectan a sus oportunidades futuras.
Además, el estudio pone de relieve que la discriminación educativa se refleja también en el nivel máximo de estudios alcanzado: la población extranjera tiene menos probabilidades de acceder a estudios superiores. Ello supone una pérdida de ingresos a largo plazo (los 4.800 millones de euros al año ya mencionados).