
Iberdrola demanda a la compañía Repsol por competencia desleal y publicidad engañosa, siendo el primer juicio por ecopostureo en España, que tendrá lugar en el Juzgado de lo Mercantil número dos de Santander. La compañía eléctrica acusa a la petrolera de falsear su imagen de empresa sostenible.
El greenwashing, blanqueo ecológico o ecopostureo es una estrategia de mercado que usan algunas empresas para dar la apariencia de ser más respetuosas con el medio ambiente de lo que son realmente, es decir, una práctica de marketing engañosa.
Repsol se estrenó como comercializadora de electricidad en 2018, tras cerrar la compra de buena parte de los activos de Viesgo, heredando de esta forma 748.000 clientes de luz y gas natural. Actualmente esta cifra es de más de 2,3 millones de usuarios, según datos de la propia compañía en su página web.
Además, Iberdrola asegura que la petrolera ha hecho varias veces este tipo de prácticas para posicionarse como una compañía sostenible, acusándolo de incumplir la Ley de Competencia Desleal. La eléctrica asegura que la petrolera está fomentando “el uso de combustibles” y que es la compañía española con más emisiones de gases de efecto invernadero, afirmando que hace dos años solo el 0,4% de sus ingresos vinieron de energías renovables.
Por su parte, Repsol mantiene su postura de que se trata de una demanda sin fundamento. Por otro lado, el CEO de la petrolera, Josu Jon Imaz, ha acusado a la compañía eléctrica de no saber de competir en un mercado abierto y depender de los “entornos regulados” por el BOE.
Con esta demanda, la compañía energética Iberdrola no busca solo defender sus intereses propios. Sino que también puede sentar un precedente, en el cual este caso sirva para combatir el ecopostureo, garantizando que todas las empresas del sector ofrezcan información clara, veraz y honesta acerca de sus productos y servicios.