
Los hermanos Gil Buendía, Andrés, Antonio y José, han traspasado el 100% del control de la empresa Azor Ambiental a Rator Capital, una sociedad holding cuyo administrador único es el empresario Francisco Iborra, quien ya actúa como máximo responsable de la gestora de residuos anteriormente conocida como Perdigones Azor. Con anterioridad, fue CEO de Conservas Mira.
Ubicada en el polígono La Polvorista, en Molina de Segura, la empresa, que emplea en torno a los 190 trabajadores y ya ha cumplido sus 76 años de historia, es un referente en el reciclaje de las baterías usadas, de las que obtiene el plomo, además de otros materiales como plásticos y sulfato sódico. También recicla filtros de vehículos y recoge otros tipos de residuos que gestión tanto en su planta en la Región como en la población sevillana de Aznalcóllar, a través de su filial Sanpros (Sociedad Andaluza de Producciones Sostenibles).
Otras filiales del grupo son Elacon (Molina de Segura), Recuperación Integral de Catalunya (Reincat, en Rubí, Barcelona) y Eurogestión de Autoresiduos (ubicada en San Martín de la Vega, en Madrid).
En el año 2015, Azor Ambiental lograba firmar un crédito sindicado con once entidades financieras que le permitía refinanciar una deuda de 55 millones de euros. La homologación judicial del acuerdo -dos años después- le permitía a la compañía eludir el concurso de acreedores.
Pasado este tiempo, y ya bajo el control de Rator Capital, el grupo ha logrado la homologación de un nuevo plan de reestructuración de la deuda, que en esta ocasión alcanza los 76,7 millones de euros, según los pasivos reconocidos en las cuentas presentadas correspondientes a 2023.
En este ejercicio, Azor Ambiental registró un volumen de ventas de 123,4 millones de euros, un 5% más que un año antes.


