
En el último Consejo de Ministros del año, el Gobierno ha prorrogado hasta el 30 de junio las subvenciones al transporte público y ha ampliado la suspensión de la liberalización de determinadas inversiones extranjeras (‘escudo antiopas’). También ha aprobado la subida del 2,8% a las pensiones contributivas. Las mínimas subirán cerca de un 6% y las no contributivas, así como el Ingreso Mínimo Vital un 9%..
En el lado negativo, entre las medidas sociales y económicas aprobadas por el Ejecutivo de Sánchez, a partir del 1 de enero se pone fin al IVA reducido de algunos alimentos y de momento aplaza un nuevo impuesto al diésel, cuyo precio en los surtidores será similar a la gasolina.
El IVA de los alimentos básicos, entre los que se encuentran el pan, los huevos, las verduras, las frutas y el aceite de oliva volverá al 4% (actualmente se encontraba en el 2%; en tanto otros alimentos como la pasta o los aceites de semillas volverán a estar gravados con un IVA del 10%.
Lo que se aplaza es una decisión definitiva sobre los impuestos extraordinarios a las empresas energéticas. De momento queda en suspenso, si bien en un plazo de 30 días el Congreso deberá suprimirlo o bien derogar la suspensión. En un giro de guion, el Gobierno pueda plantear que este polémico gravamen sea gestionado por las haciendas forales para así ganar el voto a favor del PNV y salvar el mantenimiento de un impuesto que inicialmente fue decretado con carácter personal.