
El mayorista de pescado Proa Internacional, con sede en el Polígono Oeste en Alcantarilla, es uno de los damnificados del “encarecimiento desorbitado” que sufrió este producto en 2023 y se mantiene en 2024. Al tiempo que subían los precios de compra de pescado en países como Marruecos, Mauritania y Senegal, se reducían los márgenes. A ello se ha sumado una caída de las ventas por una bajada del consumo debido, nuevamente, a los altos precios.
Este explosivo cóctel provocó que el volumen de ventas de Proa Internacional el pasado año cayera a 28,1 millones de euros, un 25% menos que el año anterior, lo que generó a la empresa unas pérdidas superiores a los 560.000 euros y aumentar su deuda hasta los 25,3 millones, un 10% más que en 2022.
En el ejercicio de 2023, el porcentaje de coste sobre las ventas subió del 90,5% al 92,9%, reduciendo el margen bruto en un 2,4%.
Aunque Proa Internacional abrió relaciones comerciales con otros caladeros (Australia, Seychelles, Islas Feroe y Estados Unidos), la situación del mercado apenas ha variado en este 2024 y se ha visto obligada a presentar concurso de acreedores.
Este concurso, que en principio se presenta sin solicitud de liquidación, ya se está tramitando en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Murcia, cuyo titular, Juan Ignacio Martínez Aroca, ha designado administrador concursal al despacho Azpal Administradores Concursales, con sede en Valencia.