
José María Álvarez-Pallete fue relevado como presidente de Teléfonica hace apenas 48 horas y su dimisión forzada supondrá a Telefónica, además de la nueva presidencia de Marc Murtra, un pago de 45 millones de euros como indemnización a Álvarez-Pallete.
Este dinero se debe al pago de cuatro años de compensación, que suman 23,4 millones de euros; a un paquete de acciones por valor de un poco más de 9 millones de euros, y a un plan de retribución e instrumentos de más de 12 millones de euros.
Esta gran indemnización que Telefónica pagará a su expresidente se debe al acuerdo de no competencia al que llegaron Álvarez-Pallete y la entidad, por el cual no podrá dar servicio durante dos años a empresas con labores similares a las de Telefónica.
La reestructuración de Telefónica hasta ahora le ha perjudicado en bolsa, que cae un 1,8% este lunes hasta los 3,90 euros por acción. Este descenso se debe a la incertidumbre que se vive en estos momentos, en primer lugar, por la desconfianza que se tiene respecto a Marc Murtra al no tener experiencia en el sector de las telecomunicaciones.
Otra de las razones que explicarían la caída en bolsa de las acciones de Telefónica ha sido la gran influencia del Gobierno en el relevo de Álvarez-Pallete, que desde el año pasado tiene el 10% del capital de la empresa. Los inversores prevén una mayor implicación del Ejecutivo desde ahora, lo que reduce la especulación.
No obstante, las acciones se recuperarán previsiblemente cuando el nuevo presidente comunique su plan de acción y sus objetivos para el negocio de la entidad.