
En plena polémica por la implantación de plantas generadoras de biogás tras un proceso de tratamiento de residuos agrícolas y, especialmente, ganaderos, el grupo de origen alemán Q-Energy ha iniciado la tramitación para instalación de una planta de estas características en las pedanías altas de Lorca.
La ubicación elegida es una parcela de cerca de 700.000 metros cuadrados de uso agrícola a la que se accede a través de la carretera que une Lorca con Caravaca (RM-711), que estaría dentro del área de influencia de la pedanía de Doña Inés, a un kilómetro de la población. Precisamente este es el nombre elegido para la planta: Biometano Doña Inés SL.
Del total de la parcela, la planta ocuparía unos 50.000 metros, con unas construcciones de 20.000 metros.
El proyecto contempla el tratamiento de cerca de 197.000 toneladas de residuos orgánicos al año, especialmente purines de cerdos, residuos de la industria agroalimentaria y de mataderos próximos.
La previsión es generar cerca de diez millones de metros cúbicos de biometano, 34.000 toneladas de fertilizantes sólidos y unos 100.000 metros cúbicos de fertilizantes líquidos.
La inversión hasta su entrada en funcionamiento alcanza los 25 millones de euros.
Los vecinos de esta área ya han comenzado a organizarse para mostrar su oposición a la planta, al entender que se situaría cerca de sus viviendas en una zona próxima al Cerro del Tornajo, que hace un año recibía una calificación de protección ambiental.
En las pedanías altas de Lorca, concretamente cerca de Zarcilla de Ramos, también se proyecta otra planta de estas características y que, de momento, ya ha recibido el 'no' del ayuntamiento.
La protesta vecinal se suma a las que mantienen contra plantas de biometano proyectadas en San Javier, Mula, Molina de Segura y Las Torres de Cotillas, entre otras.