
Ya ha dado inicio de tramitación el nuevo decreto que establece la ordenación de la Formación Profesional en la Región de Murcia, según ha informado este jueves el consejero de Educación, Víctor Marín en Consejo de Gobierno.
El decreto adapta la ordenación de la FP a la nueva normativa estatal, establece el marco jurídico de los nuevos grados de Formación Profesional básico, bedio, superior y de los cursos de especialización, que se completará con los distintos currículos y demás normativa que se elabore con posterioridad.
El Boletín Oficial de la Región de Murcia publicó el pasado martes, 21 de enero, el anuncio por el que se somete a información pública y audiencia a las personas interesadas en el proyecto de decreto, por un plazo de siete días hábiles, al tramitarse el expediente por vía de urgencia. El proyecto se puede consultar en el Portal de Transparencia de la Región de Murcia. El objeto de este trámite es que cualquier persona, física o jurídica, pueda presentar las alegaciones y observaciones que considere oportunas.
Entre las novedades se encuentra el diseño de diversos modelos de prácticas, atendiendo a las características de cada familia profesional, aspectos organizativos del centro educativo, necesidades del alumnado y del tejido empresarial.
Toda la Formación Profesional tiene carácter dual, lo que conlleva un mayor número horas de prácticas en empresas y la necesidad de una mayor colaboración con el tejido empresarial, que se plasma en los convenios que se firman con los centros educativos.
La Administración regional tiene suscritos 8.458 convenios con empresas para el desarrollo de la nueva formación por parte del alumnado de Formación Profesional, con una vigencia de cuatro años, lo que demuestra la buena predisposición de las empresas que acogen en sus instalaciones a estos alumnos.
Este nuevo Decreto, en palabras del propio Gobierno regional, tiene el objetivo de suponer un avance para la Formación Profesional en los centros educativos, a la hora de desarrollar estas enseñanzas y su relación con el tejido empresarial adaptándose a la realidad socioeconómica que se encuentran; para el alumnado, que podrá adquirir y desarrollar las competencias técnicas necesarias para su inserción en el mercado laboral o para mejorar su empleabilidad; y para las empresas.