
La oferta y la demanda de los préstamos bancarios bajaron a menor ritmo en el último trimestre de 2023, según revelan los resultados de la Encuesta de Préstamos Bancarios que ha publicado hoy el Banco Central Europeo, a la que Nuevo Digital ha tenido acceso a través de un comunicado del Banco de España. En el cuarto trimestre de 2023, los criterios de concesión solo se endurecieron en el segmento de préstamos a familias para consumo y otros fines, no obstante, lo hicieron de forma más moderada que en el trimestre previo.
La evolución restrictiva de la oferta de crédito en la financiación a las familias para consumo y otros fines respondería al aumento de los riesgos percibidos por las entidades financieras y, en menor medida, a aspectos relacionados con el capital bancario y su coste, según afirma el Banco de España en su comunicado.
Por su parte, las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían seguido endureciendo de forma generalizada, aunque con una intensidad menor que la registrada tres meses antes. En particular, se habría observado un ligero aumento de los márgenes en los segmentos de financiación a empresas y a hogares para adquisición de vivienda. En cambio, en los créditos a familias para consumo y otros fines, los márgenes se habrían estrechado ligeramente.
En cuanto al porcentaje de solicitudes de crédito rechazadas, este aumentó en el segmento de financiación a hogares para consumo y otros fines, mientras que se mantuvo estable tanto en los préstamos otorgados a empresas como en los concedidos a hogares para adquisición de vivienda.
En los últimos tres meses del año pasado, la demanda de préstamos se redujo en todos los segmentos, una dinámica que también se observó en los tres trimestres anteriores. No obstante, este descenso de la demanda habría sido moderado y de menor intensidad que el reportado en el trimestre previo.
Así, el Banco de España explica que la disminución de las peticiones de fondos se explicaría, principalmente, por el elevado nivel de los tipos de interés. En el segmento de financiación a las empresas, este efecto se habría visto parcialmente contrarrestado por unas mayores necesidades para financiar existencias y circulante. En el caso de las solicitudes de préstamos de los hogares, el descenso también se explicaría por la menor confianza de los consumidores, el mayor uso de los ahorros y las peores perspectivas sobre el mercado de la vivienda.