Lunes, 27 de Octubre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓN¡Hasta pronto Feria del Libro Antiguo y de Ocasión!
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Patricia López Haas

¡Hasta pronto Feria del Libro Antiguo y de Ocasión!

 

Este miércoles se clausura la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que se celebra todos los años por estas fechas en la capital de la Región de Murcia. Este 12 de marzo los libreros recogerán su pesado material para marcharse a otro lugar. Pasear por Alfonso X y revisar una y otra vez lo que allí se expone es todo un placer para los que amamos los libros. Yo debí ser librera en otra vida.

 

Las novelas, biografías, ensayos y demás obras tienen la capacidad de trasladarnos a otro país, a ciudades que nunca visitaremos y a tiempos en los que lógicamente no viviremos. Salir de la cotidianeidad es tan fácil como abrir un libro. Además, ellos te hacen ver que la historia se repite. Que la guerra es una constante en la historia, que el amor, la muerte, los asesinatos, las desgracias, las alegrías y la suerte no conocen ni de épocas ni de clases sociales. Si hay una constante en la vida es la maldad, y la envidia, la soberbia y todos los pecados que queramos añadir, que por algo la Iglesia católica los llama capitales. Y los libros encierran todo esto entre sus hojas, lo único que ha cambiado a lo largo de los años es la manera de relatar los hechos de ficción. Y el ambiente, donde antes había carruajes y cartas, ahora hay aviones y móviles. La ciencia y la tecnología están en continuo cambio, no así la sociedad que, aunque se vista con zapatillas y vaqueros en vez de chorreras y lazos, está igualmente sometida a los caprichos de la vida. Y bien sabe todo el mundo que esta no es fácil. Sigue habiendo puñaladas por la espalda que no hacen sangre como en las novelas de Alejandro Dumas o del Capitán Alatriste de Pérez Reverte, pero que dejan una herida abierta de por vida que no sangra, pero que mata lentamente. Así son las novelas y la vida misma. No es tan difícil entender a los clásicos porque nada ha cambiado. Vida, muerte, pasión, salud, enfermedad, misterio, mentiras y medias verdades.

 

Me gustan el siglo XIX y principios del XX, es decir, la literatura de cuando la penicilina ni siquiera se atisbaba en el horizonte. Y de eso hay mucho en este tipo de ferias, Dickens, Pérez Galdós, Leopoldo Alas 'Clarín', Víctor Hugo, Balzac, Flaubert, Dumas, Thomas Mann y un largo etcétera nos introducen en sus respectivas sociedades. Hay libros de familias burguesas cuyos hijos o nietos los venden por falta de espacio en sus casas o de interés, y ahora en venta a precio de ganga por los libreros de viejo. No hay feria de ocasión o de segunda mano sin literatura clásica, aunque también nos encontramos con autores actuales a mitad de precio, bestsellers nacionales e internacionales, libros de arte, cocina, cómics, infantiles, autoayuda, historia y discos. Sí, también hay vinilos, aunque pocos, y películas clásicas en DVD. Los bibliófilos siempre podrán encontrar algo inesperado, ilustrado, descatalogado o raro. Hace un par de años adquirí una tercera y una cuarta edición de Pérez Galdós de 1882 y 1883 respectivamente. En ese momento me apetecían ese tipo de compras. Ahora soy más práctica y voy a por las novelas de ficción y biografías, Eva Braun, Cleopatra, Pessoa, Javier Sierra, Albert Camus y las obras completas de Cortázar, entre otros, luchan este mes de marzo por encontrar sitio en una biblioteca que necesita ya una seria ampliación y reestructuración de su espacio.

 

Ni qué decir que cada uno de mis libros esconde ya su propia historia detrás de la cubierta, yo sé dónde y cuándo los compré, o quién me los regaló y su función dentro de mi biblioteca. Tal vez vengan a completar a Faulkner, a Dickens o a Vargas Llosa. O una colección de arte contemporáneo. O de mansiones inglesas llenas de porcelanas y artes decorativas. El valor y la exclusividad de cada uno lo sabe su propietario.

 

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En ciudades como Murcia donde no hay una Cuesta de Moyano ni bouquinistes junto al Sena ni librerías de segunda mano del tamaño de la neoyorkina Strand Bookstore, todo un mito para los bibliófilos, se agradece que durante un mes al año podamos saborear los libros de ocasión. No encuentro mejor plan que curiosear por Alfonso X en busca de algún tesoro o joya escondida. Allí en una de sus librerías, Shora, se encuentra Joseph, un damasceno de voz suave y aterciopelada, siempre amable y dispuesto a recomendarte sus “novedades” o aquello que piensa te puede interesar. Los libreros conocen su género muy bien, a veces te recomiendan una publicación en la que no habías reparado, algo que yo agradezco infinitamente. Soy fácil de convencer.

 

Esta edición que está a punto de terminar ha estado pasada por agua, pero volverá el año que viene. Allí han permanecido todos estos días trece librerías a expensas del tiempo, bueno o malo. En lo que a mí respecta me quedo con muchos y buenos libros en perfecto estado. Merece la pena mirar, adquirir algo y luego tomarte un aperitivo mientras acaricias con mimo las hojas de las que serán las nuevas lecturas. Hasta el año próximo queridos libreros, aquí estaremos cerrando páginas, capítulos y libros, como la vida misma.

 

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