
El Fondo Monetario Internacional prevé que la economía española aumente un 2,5% este año, que son dos décimas más que su anterior previsión, y que se mantengan en el 1,8% en 2026 y, a partir de ahí, que se reduzca a medio plazo hacia un avance del 1,7% anual debido al envejecimiento de la población.
Los economistas del FMI no contemplan que los aranceles impuestos por Estados Unidos a las exportaciones tengan un efecto especialmente adverso dado, según indican, “a la limitada exposición comercial directa e indirecta de España frente a EE UU”.
Subrayan que la economía española ha tenido un sólido desempeño y se prevé que el crecimiento del PIB se mantenga significativamente por encima de la media de la zona euro a corto plazo, para luego desacelerarse gradualmente. La mayoría de los riesgos son a la baja e incluyen una nueva escalada de las medidas comerciales y la fragmentación política interna.
En cuanto a la política fiscal, el aún elevado nivel de deuda y la fuerte posición cíclica de la economía justifican anticipar el ajuste fiscal previsto por las autoridades, fortalecer el marco fiscal nacional para garantizar que las regiones contribuyan al esfuerzo de consolidación y adoptar medidas favorables al empleo para solventar la creciente brecha proyectada entre el gasto en pensiones y las cotizaciones a la Seguridad Social.