Lunes, 08 de Septiembre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNPrivacidad o esclavitud: Una reflexión sobre si todo esto sirve para algo
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Aquilino García

Privacidad o esclavitud: Una reflexión sobre si todo esto sirve para algo

 

Frases de Isaac Asimov

 

“La parte más trágica de la vida en este momento es que la ciencia gana conocimiento más rápidamente que la sociedad lo hace en sabiduría.”

 

“Ser autodidacta es, estoy convencido, el único tipo de educación que existe.”

 

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13 de diciembre de 2018: fallece Tim May. Tan sólo tenía 66 años de edad, aunque se describe su muerte como de causas naturales. En el obituario compartido en el New York Times, se reconoce a May como una “influencia significativa para bitcoin y Wikileaks”. May trabajó varios años en Intel, hasta que se jubiló a los 34 años luego de hacer una fortuna. Es el creador del Manifiesto Criptoanarquista, así como del FAQ del grupo cypherpunk. Abogó siempre por la privacidad, la libertad de expresión y el uso libre de criptografía. Hoy está más presente que nunca en mi vida junto con otros autores como Jaron Lanier o Tokin Privacy

 

Manifiesto criptoanarquista

 

En 1988, Timothy C. May, publica un texto que cambiaría para siempre la concepción de la privacidad y la libertad digital: El Manifiesto Criptoanarquista. En él, May predecía un futuro donde la criptografía permitiría a individuos interactuar de forma anónima, evadiendo el control estatal y corporativo.

 

Su visión no era utópica, sino una hoja de ruta técnica: sistemas de clave pública, redes anónimas y contratos digitales autoejecutables (smartcontracts) serían las herramientas para una nueva forma de soberanía individual.

 

May, influenciado por el anarcocapitalismo y movimientos libertarios, imaginó un mundo donde la tecnología desmantelaría las estructuras de poder tradicionales. Su frase emblemática -”Un espectro está surgiendo en el mundo moderno, el espectro de la criptoanarquía”- resonó en conferencias de hackers y círculos académicos, sentando las bases del movimiento Cypherpunk. Para May, la criptografía era una herramienta que permitiría a los ciudadanos a escapar de la matrix. Nos daba herramientas para poder ser autónomo y poder ser auténticamente libres, eludiéndo las herramientas de control estatal.

 

Los pilares del criptoanarquismo

 

El manifiesto se sostiene en tres ejes revolucionarios:

 

  • Anonimato como escudo: La capacidad de comunicarse y transaccionar sin revelar identidades legales, usando pseudónimos digitales y redes como Tor.

 

  • Mercados libres de intermediación: Sistemas de reputación reemplazarían las calificaciones crediticias, y contratos autónomos (antecesores de los smart contracts) eliminarían la necesidad de terceros.

 

  • Resistencia al control estatal: May anticipó que los gobiernos intentarían frenar estas tecnologías, usando excusas como la lucha contra el narcotráfico o la evasión fiscal o l protección de los menores.

 

Un ejemplo concreto de su visión es Bitcoin: una moneda descentralizada que opera fuera del sistema bancario tradicional, inspirada en ideas como el dinero digital no rastreable propuesto por David Chaum. Aunque realmente Bitcoin no es anónimo, sí existen otros proyectos de criptomonedas intrínsecamente privados como Monero, ZCash o BitcoinCash.

 

Criptografía vs. hipervigilancia: El dilema moderno

 

En un mundo donde el 92% de los datos globales se generaron en los últimos dos años, la hiperconectividad ha convertido la vigilancia masiva en una realidad. Aquí, el legado de May adquiere urgencia:

 

  • Herramientas para la autodefensa digital: Protocolos como PGP (correo encriptado), Signal (mensajería segura) y Monero (criptomoneda privada) materializan su visión de privacidad.

 

  • Movimientos ciudadanos: Desde Anonymous hasta los chalecos amarillos en Francia, grupos usan criptografía para organizarse sin ser rastreados, protegiendo disidentes y periodistas en regímenes opresivos.

 

Sin embargo, May también advirtió riesgos: mercados negros y crímenes facilitados por el anonimato. Su respuesta fue clara: ”La libertad no es ausencia de peligro, sino capacidad de elegir sin coerción”.

 

El contraataque de los estados: CBDCs y leyes ambiguas

 

Los gobiernos, como predijo May, han reaccionado. Las Monedas Digitales de Bancos Centrales (CBDCs) buscan centralizar el dinero electrónico, permitiendo seguimiento en tiempo real de transacciones. Leyes como el Reglamento de Servicios Digitales de la UE exigen puertas traseras en apps de mensajería, erosionando la privacidad. Sistemas de cámaras en todos los municipios “por tu seguridad”.

 

Frente a esto, proyectos como Nostr (red social descentralizada) y Zcash (criptomoneda con pruebas de conocimiento cero) encarnan la resistencia criptoanarquista: tecnología que prioriza al individuo sobre el sistema.

 

El Futuro: ¿utopía o distopía?

 

El manifiesto no era un destino, sino una invitación a construir, un camino necesario. Hoy, su legado plantea preguntas críticas:

 

  • ¿Puede la criptografía equilibrar privacidad y responsabilidad social?

 

  • ¿Cómo evitar que las herramientas de libertad sean secuestradas por élites tecnológicas?

 

La respuesta, como sugirió May, está en la educación y la acción colectiva. Comunidades como Ethereum (con su enfoque en descentralización) y Snowden’s Freedom of the Press Foundation (que promueve herramientas seguras para periodistas) muestran que la criptoanarquía no es caos, sino autogestión informada. El futuro es sombrío pero hay esperanza a mantener la libertad.

 

Mi reflexión y porqué hoy he tenido la necesidad de volver al principio

 

A veces tengo la necesidad de estar predicando en un desierto de personas que van justo en la dirección contraria a la mía.

 

Smartwatches, IA en el móvil, Alexas, smarts-TVs. Herramientas que atentan contra nuestra privacidad a cada momento. Aún apagados, recopilan datos, perfiles, etc. Nos escuchan. Sin embargo, muy pocas personas son capaces de tomar el control de estos dispositivos, limitar la privacidad sobre los datos que recopilan, eliminarlos de nuestras vidas para recuperar la privacidad. Como dijo May, no es cuestión solo de privacidad, es nuestra esclavitud digital lo que está en juego.

 

Referencias y lecturas recomendadas

 

 

 

 

  • Quién controla el futuro: Jaron Lanier (disponible en librerías)

 

  • El arte de la privacidad: Tokin Provacy (disponible en línea)

 

Linkedin: Aquilino García

 

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