
Repsol obtuvo un resultado neto de 366 millones de euros en el primer trimestre de 2025, un 62,2% menos respecto al mismo periodo del año anterior por la caída de precio del petróleo y los bajos márgenes del refino.
El resultado ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, se situó en 651 millones de euros, lo que es hasta un 48,6% menos comparado con el primer trimestre de 2024. Estas cifras, alineadas con las previsiones anuales de la compañía, se alcanzaron en un contexto global marcado por la incertidumbre y las tensiones geopolíticas y comerciales, así como por la volatilidad en los mercados energéticos, con una cotización del crudo Brent a la baja, con un promedio de 76 dólares por barril en el trimestre, y márgenes de refino y química reducidos
El resultado ajustado del área de exploración y producción (Upstream) se situó en 458 millones de euros entre enero y marzo, un 3,6% más que en el mismo periodo del año anterior, con una producción total de 540.000 barriles equivalentes de petróleo al día (bepd). Por su parte, el resultado ajustado del negocio industrial descendió hasta 131 millones de euros, impactado por los bajos márgenes del refino y de la química. El área cliente registró una subida del 2,6%, hasta 160 millones de euros, impulsada por la estrategia multienergía.
La liquidez de Repsol se situó en 8.497 millones (incluyendo las líneas de crédito comprometidas no dispuestas), lo que supone 2,6 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
Con todo ello, Repsol avanzó en la implementación de su actualización estratégica 2024-2027, que pone foco en una transición energética rentable, una atractiva retribución al accionista y el mantenimiento de la fortaleza financiera.