
O llueve de forma inmediata, o la Confederación Hidrográfica del Segura será la siguiente que declarará el estado de extrema sequía. Hoy lo hará la Generalitat de Cataluña, cuyas cuencas internas apenas acumulan 107 hectómetros cúbicos, lo que significa que se encuentran a un 15,8% de su capacidad. Los ríos Muga, Fluviá, Ter y otros, llevan meses sin recibir aportaciones.
La cuenca del Segura se encuentra ligeramente mejor, pero el pesimismo es el mismo. Esta área hidrográfica, con capacidad en sus 33 embalses para acumular hasta 1.140 hectómetros cúbicos de agua, únicamente dispone de unas reservas de 206 hm3. Está a un 18,07% de su capacidad y de las 16 cuencas en las que se divide el mapa hidrográfico español, es la segunda con menor porcentaje de reservas sobre su capacidad.
El estado de emergencia que hoy se declara en Cataluña afecta a los 1,6 millones de habitantes de Barcelona y a otros 4,5 millones de vecinos más de otros 201 municipios.
Las medidas que recoge el Plan Especial de Sequía en Cataluña se irán endureciendo a medida que se reduzcan los caudales. En este primer momento, cada ciudadano no podrá consumir más de 200 litros de agua al día y podrá verlos reducidos hasta los 160 en la situación más extrema.
El control deberán ejercerlo los ayuntamientos, que se verán abocados a pagar duras multas si se superan los límites establecidos no solo para el consumo doméstico; si no en todo tipo de actuaciones: límite del tiempo de ducha en los gimnasios y en hoteles, prohibición del baldeo de calles o limpieza de fachadas con agua potable, prohibición de llenar piscinas, limitaciones al riego de jardines y un largo etcétera, que también afectan a la agricultura, la ganadería y la industria. Estos sectores económicos deberán reducir su consumo en un 80, 50 y 25%, respectivamente.
En el Segura está previsto que mañana se reúna la junta de gobierno de la Confederación Hidrográfica para para analizar la situación y ratificar decisiones como la apertura de los pozos de sequía a partir del 1 de marzo y antes no se revierte el grave estado en el que se encuentra la cuenca.