
La patronal murciana de los talleres de automoción, asociada en torno Gretamur e integrada en Fremm, se alegraba hace unos días de las buenas expectativas que tiene el sector, que augura para este año un incremento de las ventas de un 5,7% en la Región, lo que multiplica casi por cuatro las previsiones en el conjunto de España (+1,5%).
Los datos, optimistas, proceden de un estudio encargado por la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (Ganvam), y aún profundizaban más: el 40% de las matriculaciones en Murcia serán de coches híbridos no enchufables; las ventas de vehículos diésel caerán del orden del 45% y el 5% los de gasolina. En cuanto a los vehículos 100% eléctricos, el sector pronostica un crecimiento del 53% y de un 92% el de híbridos enchufables.
Lo que ya no decía el estudio era la contradicción que se produce en una Región como esta. A saber: Murcia está en el grupo de cola de las comunidades autónomas con menos puntos de recarga de vehículos eléctricos. Y está la paradoja: más coches enchufables, sí; pero sin tener dónde.
Esto lo dice otro estudio, éste elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) con información del ministerio de Transición Ecológica procedente de su Mapa Reve, una publicación que ofrece información en tiempo real de los puntos de recarga de potencia igual o superior a 43 kW. La información del Reve la facilita la empresa semipública Red Eléctrica y procede de la suministrada por los operadores de los puntos de recarga (Iberdrola, Endesa X Way, Repsol, Zunder, Tesla, Etecnic, EDP, Wenea, Eranovum y BP Pulse, entre otros).
Por cada mil kilómetros de carretera en la Región de Murcia solo hay ocho puntos de recarga de 150 kW, los que permiten la carga ultrarrápida (entre diez y treinta minutos en función del tipo de batería para el 80% de su capacidad) y suelen encontrarse en estaciones de servicio especializadas, autopistas y en lugares con gran afluencia de vehículos eléctricos. Y en cuanto a puntos de 50 kW (carga rápida, a partir de la media hora y también dependiendo de la capacidad de la batería), hay 82.
En ambos casos, unos números por debajo de la media nacional y muy alejados de los que presentan comunidades bien ‘electrificadas’ como Madrid, Cataluña, País Vasco, La Rioja y Comunidad Valenciana.
Un tercer estudio, este de la patronal de fabricantes de vehículos, Anfac, aporta más documentación que agrava la situación del vehículo eléctrico en España, y es que al aún incipiente despliegue de la electromovilidad se le suma su poca operatividad, pues prácticamente uno de cada cuatro puntos instalados en la red de carretera (unos 47.000 de uso público) no funciona (en torno a los 13.000). Entre las causas están la falta de permisos, retrasos en la conexión eléctrica, averías o destrozos causados por vándalos.