
Tras la pandemia, los flujos migratorios hacia España han sido particularmente intensos, lo que ha contribuido al dinamismo del PIB y del empleo en la economía española. Así se resume un informe sobre la contribución de la población extranjera al crecimiento del PIB per cápita en España entre 2022 y 2024 elaborado por las economistas Pilar Cuadrado y Ana Regil, del Banco de España.
En los dos años analizados, el ritmo medio de avance anual del PIB per cápita en España fue del 2,9%, y de este porcentaje, la aportación media directa de la población extranjera a este crecimiento se situaría entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales, una contribución similar, en términos relativos, a la estimada en otras fases expansivas previas y se habría visto condicionada, principalmente, por dos factores: el avance en el proceso de asimilación de los inmigrantes que llegaron a España a principios de este siglo y las mejoras observadas en el nivel educativo y en la distribución ocupacional de los llegados a España en los últimos años.
Entre otros factores que explican esta importante aportación se encuentra el ritmo del empleo. Por ejemplo, el pasado año el número de trabajadores extranjeros ocupados creció un 6,9%, frente a un 1,4% de aumento de los ocupados nacionales.
En cuanto a la tasa de actividad, señalan las autoras del informe, los extranjeros exhiben una participación laboral superior a la de los nacionales, y por lo que respecta a la jornada media, si bien decayó tras la crisis financiera de 2008, está volviendo a aumentar y también supera a la jornada laboral media de los nacionales.