Las aguas vuelven a bajar revueltas en la factoría de Sabic, en La Aljorra. El encarecimiento de las materias primas fue la justificación que los responsables de la multinacional utilizaron para paralizar en 2023 al menos una de las líneas de producción, de nombre Lexan 2. En aquel momento, un acuerdo entre los representantes de los trabajadores y la compañía logró frenar despidos masivos.
De nuevo ha llegado la incertidumbre a los aproximadamente 500 trabajadores (llegó a rondar los 800); y es que la empresa continúa sin presentar un plan de viabilidad para las dos plantas que siguen en producción, al tiempo que los empleados se temen lo peor: el cierre definitivo de la fábrica que fue inaugurada en noviembre de 1994, entonces propiedad de General Electric.
El presidente del comité de empresa de Sabic Cartagena, Pascual Sánchez, se viene pronunciando estos días sobre la posible desaparición de Sabic en Europa, lo que representaría la deslocalización completa de este fabricante de plásticos para la industria, especialmente la automoción, la electrónica y los electrodomésticos.
