Viernes, 12 de Diciembre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNThe Day of the Jackal: pocas veces una película supera al libro que la inspira
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Francisco Martínez Ruiz

The Day of the Jackal: pocas veces una película supera al libro que la inspira

 

Nos ha dejado hace unos días Frederick Forsyth, ya con 87 años. Es uno de estos personajes de amplia y variada biografía que, junto a John le Carré Q.E.P.D., y otros, nos han entregado auténticas obras maestras del thriller de espionaje y temas conexos, principalmente durante la guerra fría.

 

[Img #9354]Forsyth nos obsequió con historias tan absorbentes, memorables e inolvidables como Odessa, El Cuarto Protocolo, Los perros de la Guerra, y otras llevadas al cine.

 

Pero si hay un libro suyo llevado a la pantalla de modo magistral es El Dia del Chacal (1973), dirigida nada más ni nada menos que por Fred Zinnemann y no sólo protagonizada, sino elevada a lo sublime por Edward Fox. Los posibles lectores jóvenes de esta modesta columna tal vez sólo hayan visto la película del mismo nombre protagonizada por Bruce Willis en 1997. Con todos los respetos, no hay color.

 

Sólo El Dia del Chacal en su primera y en mi opinión innecesariamente repetida versión,  es capaz de conjugar las calles de Paris de los años 60 en estado natural, los primeros fotogramas donde aparecen saliendo en comitiva de El Elíseo los Tiburón Citroën de los ministros, la Vespa del enlace de la O.A.S ( organización que impulsaba una determinada operación que ahora comentaré), y las charlas entre los exiliados paracaidistas franceses, los miembros de los servicios secretos franceses y, en definitiva, todo un entramado perfectamente convencional, pero hilado con maestría en todos sus detalles.

 

La cuestión, que en el fondo es lo de menos curiosamente, era atentar contra el General De Gaulle por el abandono que los franceses habían hecho de su antigua colonia argelina. A tal efecto, y tras varios intentos fallidos la Organización del Ejercito Secreto (OAS en sus siglas en francés) busca a un profesional a sueldo que, por lo que parece ya se había encargado, por decirlo de algún modo, de Leónidas Trujillo.

 

Bien. Los temas logísticos van avanzando, pero lo que te atrapa es la particular metodología, estilo y determinación de Fox (que parece que existió en la vida real y, de ser así, aún cumple condena en una cárcel francesa).

 

[Img #9356]

 

Comenzando por su forma de vestir, pañuelo siempre al cuello, y una adecuada combinación de colores, pero solo para esa época Edward Fox, El Chacal, me sugiere una reflexión. Todas las películas tienen un protagonista principal. Pero no todas las películas tienen “al protagonista”, ni todos los libros llevados al cine tienen la suerte de ser representados por estrictamente el que tenía que ser.

 

En este caso nadie creo que pueda objetar que Zinnemann lo clavó, con perdón, y que Fox era, es y será para siempre El Chacal.

 

Al lector que ya haya visto la película, le recomiendo que la vuelva a ver, retumbando los tambores en la introducción de los créditos mientras aparecen las primeras escenas del Campo de Marte.

 

Aquel lector que, o bien no la haya visto, o que sólo haya visionado la versión B.  Willis de 1997 le diré que no puede pasar con la falta. Que otras cosas, otros libros, otras películas del ramo que estamos tocando son muy buenas.

 

Pero es que The Day of the Jackal son otros López. Y si la misma tarde te introduces ODESSA, has echado el día, en el mejor sentido- en ambas expresiones- del término.

 

Frederick Forsyth, D.E.P.

 

Linkedin: Francisco Martínez Ruiz

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