La tercera guerra mundial: la guerra contra el sentido común
Cada mañana, y hoy especialmente, al oír y leer las noticias, siento que entro en un campo de batalla. Pero no es una guerra convencional. Es una guerra silenciosa y profundamente peligrosa: la guerra contra el sentido común. Y lamentablemente, parece que la estamos perdiendo.
¿Qué nos está pasando?
.- Queremos el filete sin el animal, el salario sin el sudor. Anhelamos riqueza sin esfuerzo, éxito sin sacrificio, y luego nos escandalizamos cuando alguien que arriesgo su patrimonio, su tiempo y su sueño logra más. ¿Envidia disfrazada de justicia social?
.- Demonizamos tecnologías poderosas, como la energía nuclear –una herramienta crítica para la transición energética– mientras quemamos combustibles fósiles sin pausa. ¿Ignorancia voluntaria?
.- El siglo XXI, con todo su conocimiento, repite los errores más sangrientos del siglo XX. Guerras absurdas siguen destrozando vidas. ¿No aprendemos nada de la historia?
.- El dinero se convierte en papel pintado: Impresoras sin freno, inflación que devora ahorros, salarios que no alcanzan. ¿Dónde quedó el valor real, el respaldo tangible?
.- La burocracia crece como maleza: ¿Más funcionarios que autónomos y emprendedores? ¿Quién genera realmente la riqueza que sostiene el sistema?
.- Valores en extinción: El respeto al esfuerzo, a la autoridad legítima y competente, y sobre todo, a nuestros mayores– pilares de sabiduría– se diluyen en un mar de individualismo y soberbia.
.- La ecuación imposible: Exigimos trabajar menos horas o con menos intensidad, pero ganar igual o más. ¿Qué modelo económico soporta eso?
.- Polarización tóxica: Todo es blanco o negro. Los matices mueren. El diálogo se ahoga en gritos. En la política, en las redes sociales, en la calle... la grieta es total. ¿Dónde quedó la capacidad de discrepar con respeto?
.- La sangría fiscal. Los impuestos nos comen vivos, mientras vemos como los políticos, en muchos casos, no dan la talla. Promesas incumplidas, gestión ineficiente, desconexión palpable. ¿Confianza? Cero.
Esto no es progreso, es una auténtica locura colectiva. Es la Tercera Guerra Mundial, no de naciones, sino contra la lógica más elemental, contra la responsabilidad individual, contra el pragmatismo y contra la memoria histórica.
Linkedin: Pedro Rodríguez Molina