
El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), ha firmado un convenio con la empresa aguileña Culmarex (actualmente propiedad del grupo canadiense Cooke), para impulsar proyectos de investigación y desarrollo en materia acuícola que permitan avanzar en el cultivo de especies de interés acuícola.
La consejera de Agricultura y Pesca, Sara Rubira, destacó hoy durante la visita a las instalaciones de la empresa en Águilas, que “las condiciones de nuestras costas y la experiencia y conocimientos desarrollados hacen que el potencial de la acuicultura en la Región sea muy relevante y complementaria con los sistemas tradicionales de pesca”.
Rubira resaltó que “el Centro de Recursos Marinos del Imida, ubicado en San Pedro del Pinatar, es un referente en proyectos de investigación relacionados con la alimentación, bienestar animal y la diversificación de especies de interés en la acuicultura, generando conocimiento y estableciendo colaboraciones con las empresas para abordar los retos a los que se enfrenta el sector”.
La titular de Pesca explicó que “el Imida está desarrollando proyectos de investigación en materia de sostenibilidad de la acuicultura y la diversificación, tanto en especies como en productos empleados para las formulaciones de piensos, así como diversas colaboraciones suprarregionales, como son los proyectos ThinkinAzul o NPower.
Rubira afirmó que “desde la Región de Murcia debemos contribuir al liderazgo agroalimentario y a consolidar la acuicultura como una sector estratégico y dinamizador de la economía tanto a nivel regional como global”.
Líderes nacionales en acuicultura
La Región de Murcia es la comunidad autónoma con mayor producción de acuicultura por kilómetro de costa, y la primera en producción de atún rojo y de lubina. Las producciones de lubina, atún rojo, dorada y corvina alcanzaron las 13.350 toneladas en 2024.
La acuicultura regional dio empleo directo a 336 trabajadores el pasado año, con un empleo indirecto estimado de 1.344 personas en construcción y mantenimiento naval, confección de redes, actividad portuaria, y transformación y comercialización de pescado. El sector tuvo una facturación de 151 millones de euros, y representa una fuente de riqueza y de empleo en perfecta convivencia con la pesca extractiva.