Compromiso organizacional
El compromiso organizacional es el grado de vinculación emocional, psicológica y conductual que las personas sentimos hacia la empresa, lo que se traduce en lealtad, motivación y disposición de contribuir al logro de objetivos comunes.
Este compromiso se estructura en tres dimensiones: afectivo, normativo y calculado. La dimensión afectiva está relacionada con la vinculación emocional, ya que una persona comprometida emocionalmente tiene una conexión fuerte con los valores y objetivos de la organización. Cuando una persona siente que la organización valora su bienestar y contribución, se produce un vínculo afectivo más profundo, lo que fomenta la lealtad y la productividad. Se refiere al grado en que las personas se identifican con los valores, objetivos y misión de la organización, y sienten un sentido de pertenencia, existiendo una clara relación entre un fuerte compromiso afectivo y una alta tendencia a estar altamente motivados para trabajar por el bien de la organización y estar más comprometidos emocionalmente con sus tareas y responsabilidades, con un fuerte vínculo en su satisfacción laboral y bienestar emocional.
El compromiso normativo se refiere al sentido de obligación que una persona siente hacia la organización. Es el compromiso que se basa en una percepción de responsabilidad ética o moral de permanecer en la organización, independientemente de su satisfacción personal. Este tipo de compromiso puede estar influenciado por valores sociales o dinámicas organizacionales. El compromiso normativo puede generar lealtad y estabilidad en la fuerza laboral, pero también puede dar lugar a que se permanezca en la organización más por sentimientos de obligación que por motivación o satisfacción personal.
El compromiso calculado está relacionado con los beneficios percibidos de permanecer en la organización y los costos percibidos de dejarla. Este tipo de compromiso está vinculado a la idea de permanencia en la organización porque no tienen otras alternativas o perciben que las ventajas de permanecer superan las desventajas de cambiar de empleo.
Diversos investigadores, explican cómo las condiciones laborales impactan en la vinculación emocional, mostrando que un equilibrio adecuado entre las demandas laborales y los recursos disponibles fomenta una vinculación emocional más fuerte. Un entorno laboral saludable y equilibrado propicia el compromiso emocional y, en consecuencia, mejora el desempeño de las personas.
Los recursos están directamente relacionados con el compromiso emocional porque permiten al individuo sentirse empoderado, valorado y competente. Cuando las personas disponen de suficientes recursos, tienen más probabilidades de enfrentar las demandas laborales de manera efectiva, lo que contribuye a su involucramiento emocional con su trabajo.
Linkedin: Juan Lucas González