
El verano es una de las estaciones más esperadas del año: vacaciones, tiempo libre, planes fuera de casa y escapadas improvisadas, pero también puede convertirse en una época de grandes gastos si no se planifica con cabeza.
El gasto medio previsto por los españoles para el verano de 2025 es de 1.225 euros, lo que supone un descenso del 6,3% respecto al verano de 2024, cuando se situó en 1.307 euros. Además, dentro del 55% de los españoles que no tienen intención de viajar, el ahorro, con un 37%, figura como uno de los principales motivos para no irse de vacaciones, según un estudio del Observatorio Cetelem.
En este contexto, los especialistas en ahorro de Chollometro han recopilado cinco consejos con los que poder ahorrar este verano sin renunciar al disfrute.
El primer consejo es vigilar el consumo de energía y anticipar a los gastos extra
El verano no solo implica gastos en viajes o planes, también en el día a día. Por ejemplo, el uso prolongado del aire acondicionado puede disparar la factura eléctrica, al igual que el uso constante de ventiladores o electrodomésticos. Es preciso intentar ventilar por la mañana, mantener las persianas bajadas en las horas de más calor y poner el aire solo cuando sea necesario, a una temperatura eficiente, entre 24 y 26 grados.
En paralelo, es importante tener cuidado con otros gastos adicionales como, por ejemplo, los relacionados con el coche. Revisar el estado del vehículo antes de un viaje puede evitar averías o un consumo extra. Hábitos como estos pueden suponer un ahorro considerable en los meses de verano.
Otro consejo es hacer un presupuesto realista y desglosado por categorías. Antes de lanzarse a organizar viajes o llenar la agenda de planes, dedicar unos minutos a marcar límites sobre cuánto se puede gastar este verano sin comprometer la economía personal. Fijar un presupuesto general y desglosarlo por categorías como transporte, ocio o comidas permitirá tener una visión clara de las posibilidades propias. Muchas veces, realizar un par de ajustes o buscar alternativas más asequibles permite mantener el mismo nivel de diversión sin sobrepasar el presupuesto.
La tercera recomendación es ahorrar sin renunciar al descanso. Si se decide salir de vacaciones, se puede hacer sin que la cuenta bancaria sufra. Elegir destinos nacionales, viajar entre semana o fuera de temporada alta o compartir alojamiento o transporte. Por ejemplo, según señala un análisis de Google Flight, comprar vuelos los martes, miércoles o jueves puede resultar aproximadamente un 1,9% más barato que hacerlo el fin de semana.
También se pueden considerar escapadas de fin de semana en lugar de una larga estancia. Estas permiten desconectar sin cargar con todos los gastos de un viaje convencional. Lo importante es encontrar un equilibrio entre descanso y responsabilidad.
Convertir gastos fijos en variables, otra de las claves. El verano puede ser el mejor momento para revisar los gastos fijos y convertirlos en variables. Servicios como suscripciones digitales, gimnasios, limpieza doméstica o seguros opcionales pueden no tener sentido durante estos meses si se pasa tiempo fuera de casa. Pausar, cancelar temporalmente o cambiar a fórmulas de pago por uso puede suponer un ahorro significativo sin renunciar a esos servicios a largo plazo.
Además, muchas compañías, desde aseguradoras hasta operadoras de móvil o proveedores de energía, lanzan promociones específicas en verano para captar clientes.
Finalmente, aprovechar las ofertas en productos de temporada. La época estival también implica ciertos gastos ligados al cambio de rutina: ropa, electrodomésticos para el verano o viajes. La clave está en encontrar los mejores descuentos. Comprar en el último momento suele salir más caro, mientras que, si se busca con tiempo, se pueden encontrar auténticos ‘chollos’.