
El indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) marca en julio una inflación del 2,7%.
Esta evolución es debida, principalmente, al aumento de los precios de la electricidad, frente a la bajada de julio de 2024 y, en menor medida, a las subidas de los carburantes, mayores que en el mismo mes del año anterior, según ofrecen los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (el índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta una décima, hasta el 2,3%.
El IPC adelantado proporciona un avance nacional que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de cuatro décimas en su tasa anual, ya que en el mes de junio esta variación fue del 2,3%.