
El fondo de capital de origen suizo DVC Partners, que ha comprado el 80% la compañía murciana Soltec por 30 millones de euros -cuando llegó a tener un valor en Bolsa en torno a los 1.100 millones-, arrastra fama de actuar sobre firmas distressed, aquellas en especiales dificultades para mantener su supervivencia. Es decir, se habría convertido en un ‘fondo buitre’ especializado en despiezar (achatarrar) empresas para vender sus activos.
Así lo explica el periódico OKDiario, que recuerda que DVC, anteriormente Springwater, llegó a España durante la crisis financiera de 2008 para intervenir en empresas prácticamente quebradas como en plena crisis financiera, y entró en empresas al borde de la quiebra como Pullmantur (propietaria de cruceros), Unipapel, Aernnova, Imtech o Electrodomésticos Miró.
Según OKDiario, la estrategia de DVC es eliminar gran parte de las plantillas, rebajar al máximo la actividad de las empresas para volver a venderlas o liquidar sus bienes y rentabilizar sus mínimas inversiones.
En el caso de Soltec, la valoración ha sido de 30 millones de euros por el 80% del capital, más otros 15 millones en forma de préstamo, en tanto arrastra una deuda de 255 millones, 130 menos que hace apenas unos meses y esta reducción del pasivo se ha producido después de la venta de activos llevada a cabo tras la sustitución de su CEO y parte del Consejo de Administración.
“Nadie confía en que Gruschka (Martin Gruschka es el financiero suizo que está detrás de DVC) vaya a reflotar Soltec, algo que por otra parte es bastante complicado dada su desesperada situación. Todo el mundo cree que hará lo mismo que ha hecho siempre, achatarrarla, vender lo que tenga valor y cerrar la compañía”, según ha recogido OKDiario de fuentes próximas a la empresa de renovables con sede en Molina de Segura.