Martes, 23 de Septiembre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNCookies, biometría y la incómoda verdad: tu móvil sabe que eres tú aunque navegues de incógnito
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Alejadro Garriga

Cookies, biometría y la incómoda verdad: tu móvil sabe que eres tú aunque navegues de incógnito


Hace poco escuché a alguien decir: “si los móviles de verdad nos escucharan, ya me habrían recomendado terapia y no zapatillas”. El chiste es bueno, pero la realidad es más fina: no necesitan escucharte porque ya saben cómo tecleas, cómo mueves el ratón o cómo sostienes el móvil. La llamada biometría comportamental está quitando protagonismo a las cookies, esas galletitas digitales que nos perseguían por la red. Y lo hace de una forma tan precisa que hasta da miedo… o risa, según el día.

 

Durante años, la cookie fue la reina del seguimiento. Esa pestaña emergente que aceptamos casi sin mirar era el peaje para navegar. Pero la UE apretó las tuercas con leyes de privacidad y, entre tanto aviso y botón de “rechazar todas”, la efectividad del invento empezó a caer. El problema para las empresas era obvio: ¿cómo venderte anuncios de coches si te vas a incógnito? ¿Cómo saber que eres tú si has borrado el historial? La respuesta llegó con la IA: aprender de tus gestos, como un amigo que te reconoce de espaldas en la calle.

 

Los bancos llevan años usándolo. Si un ciberdelincuente entra con tu usuario y contraseña, el sistema analiza su forma de escribir o de mover el ratón y puede marcarlo como sospechoso. Es como un “oye, Pedro nunca escribe la clave con dos dedos índices, esto huele raro”. Este método no es perfecto, pero ha salvado más de un disgusto millonario. Claro que, si lo ajustas demasiado, te arriesgas a bloquear a clientes legítimos y acabar siendo el banco más odiado de la plaza. O peor: el banco que entrena gratis a los hackers para que aprendan a engañar al sistema.

 

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El asunto es que esa misma tecnología se está usando para marketing. Ya no importa si navegas incógnito o borras las cookies: tu “forma de ser digital” te delata. Es como dejar huellas en la arena aunque lleves calcetines. Para las pymes, esto suena a ciencia ficción, pero conviene entenderlo: el futuro del marketing ya no depende de un banner que te persigue por visitar una web, sino de sistemas que saben que eres tú porque escribes como escribes y haces clic donde siempre haces clic.

 

Ahora bien, no todo es conspiranoia. A diferencia de los rumores de que tu móvil te espía las conversaciones (sin pruebas sólidas), la biometría comportamental sí está documentada y se aplica en serio en ciberseguridad y en optimización de experiencia de usuario. Lo relevante es que abre un debate incómodo: si las cookies eran pesadas, al menos podías borrarlas. Pero ¿cómo borras tu manera de teclear?

 

Para las pymes, este cambio trae tres mensajes claros. Primero, no te obsesiones con las cookies: están en retirada. Segundo, si buscas proteger tu negocio digital, la biometría puede ser tu aliada para frenar fraudes. Y tercero, si piensas usarla en marketing, hazlo con transparencia. El cliente valora que le facilites la vida, no que lo hagas sentir como en un capítulo de Black Mirror.

 

Así que, las cookies eran como el policía de barrio que te seguía con un bloc de notas; la biometría comportamental es el Sherlock Holmes digital que te reconoce por cómo enciendes un cigarro. ¿Asusta? Un poco. ¿Es útil? Mucho. Y sobre todo, nos obliga a repensar qué significa “privacidad” en un mundo donde hasta el clic tiene acento.

 

Te dejo algunos enlaces que, si te interesa la notica, podrás rascar más información:

 

https://www.biocatch.com/ai-fraud-financial-crime-survey

https://arxiv.org/html/2411.12045v1

https://privacysandbox.google.com/cookies

https://www.biocatch.com/resources

 

Linkedin: Alejandro Garriga

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