Behr Iberia cierra su participación en Fruit Attraction con fuerzas repuestas para asumir nuevos retos

Cuando hay más de 1.500 trabajadores detrás de una misma marca ‘Gemuse Garten’ (Jardín de Hortalizas), y tras ello le avalan 130 años de experiencia, quiere decir que lo que nace como una vocación deja de ser negocio y es un acto de pura devoción.

Esa misma devoción es la que ha puesto a Behr Iberia en lo más alto del escalafón de productores hortofrutícolas. El mimo, el cariño y las ganas de ofrecer una calidad cada vez más mejorada son los motores que impulsan desde Balsapintada hasta Rosenweiden, un mismo sentimiento. Son dos países, dos culturas, dos historias, pero una misma visión de la realidad y una misma forma de hacer las cosas. La empresa asegura la producción los 365 días del año para buscar la satisfacción del cliente más exigente. Alemania y España, ponen desde sus centros de producción un sistema capaz de ser lo suficientemente independiente para valerse por sí mismo y a la vez ser consciente de que la colaboración y el entendimiento es el camino hacia el éxito.

Esta fama y notoriedad se ha visto en la edición que hoy finaliza de Fruit Attraction, donde las visitas han sido altamente valoradas por todos aquellos profesionales que han tenido ocasión de conocer la empresa o seguir estrechando esos lazos que ya unen desde tiempo atrás a la hortícola y los clientes.

Los nuevos clientes son personas que se van sumando a este proyecto que se adapta a los cambios disciplinares, tecnológicos y humanos, con los que se afianza en los nuevos retos.

En Behr Iberia están convencidos que "el futuro es aquello con lo que se sueña" y en actual edición de la feria, el grupo ha querido sentar las bases para coger impulso de nuevo y seguir creciendo.

Por ese motivo se han mostrado agradecidos de que las visitas recibidas hayan suministrado ese plus necesario para seguir en la brecha. “Por nuestra parte, la ilusión se mantiene intacta. Sabemos lo que tenemos, conocemos lo que nos espera en cada hectárea, en cada recodo del camino y en cada semilla y planta que aguarda mañana mismo ser regada o abonada. Por tanto, sigamos confiando en que nuestras intenciones saldrán adelante. Ya queda un día menos que ayer para volver a vernos y hablar en verde, que es como mejor se entiende la gente del campo, esa que nos rodea y venga de donde venga”, afirman en la empresa.