
El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA), dependiente de la consejería de Agricultura, lleva a cabo un nuevo proyecto para investigar el potencial de combinar la producción agraria con el de la energía solar fotovoltaica en una misma superficie.
El director del IMIDA, Andrés Martínez Bastida, explicó que, “aunque el principal objetivo es garantizar la máxima producción agrícola, estudiamos las condiciones adecuadas en los cultivos para la combinación de ambas y obtener un rendimiento económico de la producción de energía, lo que permitiría al agricultor un doble aprovechamiento del suelo”.
Para ello, el equipo de sostenibilidad y calidad hortofrutícola lleva a cabo un primer ensayo en el centro de demostración y transferencia tecnológica ‘El Mirador’, ubicado en San Javier, en el que tratan de obtener información sobre la viabilidad de la agrovoltaica mediante el estudio de los condicionantes, ventajas e inconvenientes de este tipo de sistemas y su impacto sobre la producción agrícola y el medioambiente.
Además, la modificación de la temperatura y humedad mediante la sombra generada por los paneles podría permitir la introducción de nuevos cultivos o variedades que normalmente no pueden cultivarse en climas semiáridos.
Por otro lado, el aumento de las temperaturas nocturnas bajo las placas podría contribuir a reducir los daños o retrasos en el crecimiento causados por las bajas temperaturas en invierno. Los módulos fotovoltaicos también pueden ofrecer protección frente a altas temperaturas y posibles fenómenos meteorológicos como granizo o lluvias intensas.