
La revisión al alza de las previsiones de crecimiento de la economía español hecha este pasado martes por el Fondo Monetario Internacional traían una letra pequeña (y en inglés) que parece que ha pasado desapercibida por el Gobierno de Pedro Sánchez.
En julio pasado, el FMI pronosticaba un aumento del PIB para este año del 2,5%, y en su informe de octubre lo eleva al 2,9%, cuatro décimas más y confirmando a España como el país con mejores perspectivas de toda la Unión Europea, solo mejorado por Irlanda (+9,1%) Malta (+3,9%) y Croacia (+3,1%). La media de crecimiento de la UE sería del 1,3% y países estancados como Alemania (0,2%) y Austria (0,3%).
El Gobierno en pleno salía este martes a valorar el anuncio del FMI que, incluso, mejoraba las previsiones del propio Ejecutivo (2,7%). Desde el propio ministerio de Economía se enviaba un comunicado subrayando la buena marcha del país.
Sin embargo, un estudio más detallado del informe ‘World Economic Outlook’ refleja partes oscuras en la economía español. La más evidente es que el crecimiento del PIB nacional apenas tendrá repercusión sobre la riqueza de los españoles a los que vaticina un PIB per capita con un avance del 1,6% y del 0,8% para el próximo año, cuando el PIB nacional avanzaría un 2%.
El Fondo Monetario Internacional explica este dispar crecimiento. Afirma que la economía del país mejorará gracias a la incorporación de mano de obra, especialmente procedente de la emigración, pero no a que se acreciente la productividad, que se mantiene como uno de los principales lastres de la economía española.
La proyección es de un aumento de medio millón de personas al año y que la población supere los 52 millones de habitantes en 2030. Son nuevos trabajadores que producen bienes y servicios, pero no de mayor valor.
Otra segunda ‘nube’ en el ‘cielo económico’ es el desempleo, que se seguirá manteniendo entre los más altos del mundo desarrollado. La tasa de paro prevista para este año es del 10,8% y apenas una décima menos en 2026 (10,7%).
Y un tercer problema es la deuda. Si bien en porcentaje (ratio) sobre el PIB continuará bajando por el aumento del propio PIB, su volumen en euros se mantendrá por encima de 1,7 billones de euros y creciendo año a año.